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2 Crónicas 13:8 - La Palabra (versión española)

8 Y ahora vosotros pretendéis enfrentaros al reino del Señor, regido por los descendientes de David, porque os sabéis numerosos y tenéis con vosotros los becerros de oro que Jeroboán os impuso por dioses.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

8 Y ahora vosotros tratáis de resistir al reino de Jehová en mano de los hijos de David, porque sois muchos, y tenéis con vosotros los becerros de oro que Jeroboam os hizo por dioses.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

8 »¿Realmente creen que pueden oponerse al reino del Señor el cual es dirigido por los descendientes de David? Puede que ustedes tengan un enorme ejército, y tienen esos becerros de oro que Jeroboam les hizo como dioses;

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Biblia Católica (Latinoamericana)

8 Y ahora ustedes quieren dominar el reino de Yavé, que está en manos de los hijos de David. Ustedes son una muchedumbre, pero tienen los becerros de oro que Jeroboam les puso por dioses.

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La Biblia Textual 3a Edicion

8 Y ahora queréis oponeros al reino de YHVH, que está en manos de los hijos de David, porque sois una gran multitud, y están con vosotros los becerros de oro que Jeroboam os hizo por dioses.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

8 Y ahora vosotros pensáis haceros fuertes frente al reino de Yahveh, que está en manos de los hijos de David, porque vosotros sois una gran muchedumbre y tenéis con vosotros los becerros de oro que os fabricó Jeroboán para que fueran vuestros dioses.

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2 Crónicas 13:8
15 Referans Kwoze  

Así que el rey pidió consejo y mandó hacer dos becerros de oro. Después dijo a los israelitas: —Ya no tenéis que ir más a Jerusalén. ¡Israel, aquí tienes a tu Dios, el que te sacó de Egipto!


Y colocó un becerro en Betel y otro en Dan.


Al contrario, te has portado peor que todos tus antecesores, pues has llegado a fabricarte dioses distintos e ídolos para ofenderme, mientras a mí me volvías la espalda.


Y es que Jeroboán había nombrado sus propios sacerdotes para los santuarios locales y para las imágenes de sátiros y becerros que había mandado fabricar.


Dios nuestro, dales su merecido, pues nosotros nos sentimos indefensos ante esta enorme multitud que nos ataca y no sabemos qué hacer, si no es poner en ti nuestra mirada.


y exclamó: —Señor, Dios de nuestros antepasados: tú eres el Dios de los cielos, tú gobiernas todos los reinos de las naciones y tienes el poder y la fuerza, sin que nadie pueda resistirte.


¡Bendito sea el Señor, tu Dios, que ha tenido a bien ponerte en su trono como rey del Señor tu Dios y, reafirmando su eterno amor a Israel, te ha convertido en su rey para garantizar la justicia y el derecho!


No se salva el rey con su gran ejército, ni el valiente se libra por su fuerza;


Pero como sus conciudadanos lo odiaban, a espaldas suyas enviaron una delegación con este mensaje: «No queremos que ese reine sobre nosotros».


En cuanto a mis enemigos, los que no querían que yo reinase sobre ellos, traedlos aquí y matadlos en mi presencia».


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