Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





2 Corintios 12:14 - La Palabra (versión española)

14 Estoy a punto de haceros mi tercera visita y tampoco esta vez os seré gravoso, pues me interesáis vosotros, no vuestro dinero. Después de todo, corresponde a los padres ahorrar para los hijos, y no los hijos para los padres.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

14 He aquí, por tercera vez estoy preparado para ir a vosotros; y no os seré gravoso, porque no busco lo vuestro, sino a vosotros, pues no deben atesorar los hijos para los padres, sino los padres para los hijos.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Ahora voy a visitarlos por tercera vez y no les seré una carga. No busco lo que tienen, los busco a ustedes mismos. Después de todo, los hijos no mantienen a los padres. Al contrario, son los padres quienes mantienen a sus hijos.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Ahora por tercera vez me preparo para visitarlos, y tampoco seré para ustedes una carga, pues no me intereso por lo que tienen, sino por ustedes mismos; y no son los hijos los que deben juntar dinero para sus padres, sino los padres para sus hijos.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

14 Mirad, estoy preparado para ir a vosotros por tercera vez, y no os seré una carga; porque no busco vuestras cosas, sino a vosotros; porque no están obligados a atesorar los hijos para los progenitores, sino los progenitores para los hijos.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 Pero tampoco ahora, que estoy a punto de visitaros por tercera vez, os seré una carga. Pues no busco vuestras cosas, sino a vosotros mismos. No son los hijos los que deben ahorrar para los padres, sino los padres para los hijos.

Gade chapit la Kopi




2 Corintios 12:14
28 Referans Kwoze  

El fruto del justo es árbol de vida, quien gana adeptos es sabio.


Una persona de bien deja herencia a sus nietos, la riqueza del pecador será para el justo.


Casa y hacienda, herencia de los padres; mujer prudente, regalo del Señor.


—Hijo de hombre, profetiza contra los pastores de Israel; profetiza y diles: Esto dice el Señor Dios: ¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿No es función de los pastores apacentar el rebaño?


No he apetecido ni dinero ni vestidos de nadie.


Que nadie busque su propio interés, sino el del prójimo.


Ya veis que yo procuro dar completa satisfacción a todos, y no busco mi propio provecho, sino el de todos los demás, a fin de que se salven.


Si alguien tiene hambre, que coma en su casa, para que vuestras reuniones no sean objeto de censura. Los demás problemas los solucionaré cuando vaya.


A vuestra ciudad llegaré después de atravesar Macedonia, pues por Macedonia no haré más que pasar.


Pues bien, si Dios quiere, os haré pronto una visita, y entonces veremos si esos engreídos hacen tanto como dicen.


Si otros se consideran con derecho a ello, mucho más nosotros. Y, sin embargo, no hemos querido utilizar este derecho. Preferimos soportar lo que sea, a fin de no crear impedimento alguno al evangelio de Cristo.


¿dónde está entonces mi recompensa? Está en el hecho de anunciar gratuitamente el evangelio, sin hacer uso del derecho que me confiere el evangelio.


Soy plenamente libre; sin embargo, he querido hacerme esclavo de todos para ganar a cuantos pueda.


Tan convencido estaba yo de todo esto, que tenía decidido visitaros a vosotros los primeros y haceros así el obsequio de una doble visita.


Pasé apuros estando entre vosotros, pero a nadie fui gravoso; los hermanos que vinieron de Macedonia proveyeron a mis necesidades. Y si en todo momento me preocupé de no seros gravoso, me seguiré preocupando.


¿En qué estáis en desventaja con las demás iglesias? ¿En que yo no quise vivir a costa vuestra? ¡Perdonadme, por favor, este agravio!


Hijos míos, estoy sufriendo, como si de nuevo os estuviera dando a luz, hasta que Cristo tome forma definitiva en vosotros.


Así pues, hermanos míos, a quienes tanto amo y tanto añoro: vosotros, que sois mi alegría y mi corona, permaneced firmes en el Señor, queridos.


Y no es que yo esté buscando donativos; lo que busco son ingresos que aumenten vuestra cuenta.


Tratamos a cada uno —¡bien lo sabéis!— como un padre trata a sus hijos:


Sentíamos tal cariño por vosotros que estábamos dispuestos a entregaros no solo el evangelio de Dios, sino incluso nuestra propia vida. ¡Hasta ese punto había llegado nuestro amor!


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite