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1 Tesalonicenses 1:3 - La Palabra (versión española)

3 recordamos ante Dios, nuestro Padre, qué activa es vuestra fe, qué esforzado vuestro amor y qué firme la esperanza que habéis depositado en nuestro Señor Jesucristo.

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Biblia Reina Valera 1960

3 acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

3 Al orar a nuestro Dios y Padre por ustedes, pensamos en el fiel trabajo que hacen, las acciones de amor que realizan y la constante esperanza que tienen a causa de nuestro Señor Jesucristo.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

3 recordamos ante Dios, nuestro Padre, su fe que produce frutos, su amor que sabe actuar, su espera de Cristo Jesús, nuestro Señor, que no se desanima.

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La Biblia Textual 3a Edicion

3 recordando sin cesar delante del Dios y Padre nuestro la obra de vuestra fe y el trabajo de vuestro amor, y la paciencia en° la esperanza de Jesús el Mesías, nuestro Señor;

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

3 ante Dios, nuestro Padre, recordamos la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y la constancia de vuestra esperanza en nuestro Señor Jesucristo.

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1 Tesalonicenses 1:3
55 Referans Kwoze  

Y así Jacob trabajó por Raquel durante siete años, pero estaba tan enamorado de ella que le parecieron unos pocos días.


A quien le agrada, Dios le concede sabiduría, ciencia y alegría; pero al pecador le impone la tarea de recoger y acumular para dejárselo al que agrada a Dios. ¡También esto es ilusión y vano afán!


No podrán los océanos apagar el amor, ni los ríos anegarlo. Para el que quiera comprar el amor con todas sus riquezas, el más profundo desprecio.


Si me amáis, cumpliréis mis mandamientos;


Pero solo permaneceréis en mi amor si cumplís mis mandamientos, lo mismo que yo he cumplido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor.


Me dijo: «Cornelio, Dios ha escuchado tu oración y ha tenido en cuenta tu generosidad con los pobres.


Por tanto, convertíos y volved a Dios, para que vuestros pecados os sean borrados.


Vivid alegres por la esperanza, animosos en la tribulación y constantes en la oración.


Que el Dios de la esperanza, llene de alegría y paz vuestra fe para que desbordéis de esperanza sostenidos por la fuerza del Espíritu.


Y lo que dice la Escritura se escribió para enseñanza nuestra, a fin de que, uniendo nuestra constancia al consuelo que proporcionan las Escrituras, mantengamos la esperanza.


y lo ha manifestado ahora por medio de las Escrituras proféticas, según la disposición del Dios eterno, de modo que al conocerlo todas las naciones respondan a la fe,


Saludad a María que tanto se ha fatigado por vosotros.


a los que buscan la gloria, el honor y la inmortalidad mediante la práctica constante del bien, les dará vida eterna;


Tres cosas hay que ahora permanecen: la fe, la esperanza, el amor. De todas ellas, la más grande es el amor.


Por tanto, hermanos míos muy queridos, manteneos firmes y constantes; destacad constantemente en la tarea cristiana, seguros de que el Señor no permitirá que sea estéril vuestro afán.


Porque no somos como tantos otros que trafican con la palabra de Dios. Al contrario, en la presencia de Dios y unidos a Cristo decimos con sinceridad lo que Dios nos inspira.


Jesucristo ha entregado su vida por nuestros pecados y nos ha liberado de esta era infestada de maldad, conforme a lo dispuesto por Dios nuestro Padre,


Hermanos, habéis sido llamados a disfrutar de libertad. ¡No utilicéis esa libertad como tapadera de apetencias puramente humanas! Al contrario, haceos esclavos los unos de los otros por amor.


En Cristo Jesús, en efecto, da lo mismo estar circuncidados que no estarlo; lo que cuenta es la fe, que actúa por medio del amor.


No nos cansemos de hacer el bien ya que, si no desfallecemos, a su tiempo recogeremos la cosecha.


Pero he aquí que Timoteo acaba de regresar de visitaros trayendo muy buenas noticias sobre vuestra fe y vuestro amor. Nos asegura que conserváis un buen recuerdo nuestro y que estáis tan deseosos de vernos como lo estamos nosotros de veros a vosotros.


Esta es la razón por la que rogamos sin cesar por vosotros, para que nuestro Dios os haga dignos de su llamamiento y lleve a término con eficacia y plenitud no solo todo buen propósito, sino también la obra de la fe.


Hermanos, debemos dar gracias a Dios sin cesar por vosotros. Es justo que lo hagamos así porque progresáis extraordinariamente en la fe y es cada vez mayor el amor mutuo que os tenéis todos vosotros.


y me colmó de su gracia junto con la fe y el amor que me une a Cristo Jesús.


Es este un proceder hermoso y agradable a los ojos de Dios, nuestro Salvador,


Pero es preciso que seáis constantes en el cumplimiento de la voluntad de Dios, para que podáis recibir lo prometido.


Por la fe Abrahán, puesto a prueba, se dispuso a ofrecer a Isaac en sacrificio; el depositario de las promesas debía sacrificar a su hijo único,


os ponga a punto para que cumpláis su voluntad en toda clase de buenas obras. Que él lleve a cabo en nosotros, por medio de Jesucristo, aquello que le agrada. A él sea la gloria por siempre jamás. Amén.


Esforcémonos, pues, nosotros por entrar en el descanso que Dios ofrece para que nadie perezca siguiendo el ejemplo de aquellos rebeldes.


Abrahán, por su parte, gracias a su paciente esperanza, alcanzó la promesa.


cuanto el interior, el del corazón: el adorno incorruptible de un espíritu apacible y sereno, que es la auténtica belleza a los ojos de Dios.


Hijos míos, no amemos de palabra y con la lengua, sino con hechos y de verdad.


Pero si la conciencia no nos acusa, queridos, crece nuestra confianza en Dios


Esta esperanza que hemos puesto en él es la que nos va perfeccionando, como él es perfecto.


puesto que amar a Dios consiste en cumplir sus mandamientos. No se trata, por lo demás, de preceptos insoportables,


—Conozco tu comportamiento, tu amor, tu fe, tu entrega y tu constancia; sé que tu actual comportamiento mejora incluso el del pasado.


Y ya que has sido fiel a mi consigna de aguantar con paciencia el sufrimiento, yo lo seré contigo en esta difícil hora que se avecina sobre el mundo entero, en la que serán puestos a prueba los habitantes de la tierra.


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