Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





1 Samuel 3:17 - La Palabra (versión española)

17 Elí le preguntó: —¿Qué te ha dicho? No me lo ocultes. Que Dios te castigue si me ocultas una sola palabra de lo que te ha dicho.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

17 Y Elí dijo: ¿Qué es la palabra que te habló? Te ruego que no me la encubras; así te haga Dios y aun te añada, si me encubrieres palabra de todo lo que habló contigo.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

17 —¿Qué te dijo el Señor? Dímelo todo. ¡Y que el Señor te castigue, y aun te mate, si me ocultas algo!

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Helí le preguntó: '¿Cuál fue la palabra que se te dijo? No me ocultes nada. Te maldiga Dios y te remaldiga si me ocultas una sola palabra de lo que te dijo'.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

17 Y dijo: ¿Qué es lo que te ha dicho? Te ruego que no me lo ocultes. Así te haga ’Elohim y aún te añada, si me ocultas alguna palabra de todas las que te ha hablado.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Él le preguntó: '¿Qué es lo que te ha dicho? Te ruego que no me ocultes nada. ¡Que Dios te haga esto y te añada esto otro, si me ocultas algo de lo que él te ha dicho!'.

Gade chapit la Kopi




1 Samuel 3:17
18 Referans Kwoze  

El rey contestó a la mujer: —Por favor, responde sinceramente a mi pregunta. La mujer dijo: —Habla, majestad.


Vosotros sois mis hermanos de sangre, ¿seréis los últimos en restablecer al rey?».


Luego se allegaron a David para hacerle comer algo mientras aún fuese de día. Pero David hizo este juramento: —¡Que Dios me castigue, si antes de ponerse el sol pruebo pan o alguna otra cosa!


Pues que Dios me castigue, si no hago que se cumpla lo que el Señor juró a David:


Pero el rey le dijo: —¿Cuántas veces tendré que pedirte bajo juramento que me digas solo la verdad en nombre del Señor?


Luego dijo: —¡Que Dios me castigue, si Eliseo, el hijo de Safat, salva hoy su cabeza!


Que el justo por amor me corrija y me reprenda, que el aceite del malvado no perfume mi cabeza, que mi oración se alce frente a sus maldades.


El rey Sedecías mandó traer a su presencia al profeta Jeremías, a la tercera entrada del Templo del Señor y, una vez allí, le dijo: —Te quiero preguntar una cosa. No me mientas en nada.


El profeta Jeremías les respondió: —De acuerdo. Voy a consultar al Señor, vuestro Dios, conforme a vuestra petición; y todo lo que responda el Señor sobre vosotros, os lo transmitiré. No os ocultaré nada.


eres tú, majestad. Te has hecho grande y poderoso: tu grandeza ha llegado hasta el cielo y tu poder se ha expandido por los confines de la tierra.


¿Está acaso maldita la descendencia de Jacob? ¿Se ha agotado la paciencia del Señor y va a ser esa su manera de actuar? ¿No son benévolas sus palabras para quien procede honradamente?


Balaán regresó adonde había dejado a Balac y lo encontró de pie junto a su holocausto, acompañado de los dignatarios de Moab. Y Balac le preguntó: —¿Qué te ha dicho el Señor?


Pero Jesús permaneció en silencio. Entonces el sumo sacerdote le conminó: —¡En nombre del Dios vivo, te exijo que nos digas si tú eres el Mesías, el Hijo de Dios!


Moriré donde mueras y allí seré enterrada. ¡Que Dios me castigue, si nos separa otra cosa que la muerte!


Saúl sentenció: —Que Dios me castigue si no mueres, Jonatán.


Pero que el Señor me castigue si mi padre ha decidido tu desgracia y no te lo hago saber, para que te pongas a salvo. ¡Que el Señor esté contigo como estuvo con mi padre!


Que Dios me castigue si al amanecer dejo vivo a un solo varón de los que están con él».


Elí lo llamó: —Samuel, hijo mío. Y él contestó: —Aquí estoy.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite