1 Samuel 3:14 - La Palabra (versión española)

¹⁴ Por eso, juro a la familia de Elí que ni sacrificios ni ofrendas podrán reparar nunca su delito.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁴ Por tanto, yo he jurado a la casa de Elí que la iniquidad de la casa de Elí no será expiada jamás, ni con sacrificios ni con ofrendas.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁴ Por eso juré que los pecados de Elí y los de sus hijos jamás serán perdonados ni por medio de sacrificios ni ofrendas.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁴ Por eso, se lo juro a su casa, que ningún sacrificio, ninguna ofrenda podrá borrar el pecado cometido por la familia de Helí'.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁴ Por tanto, he jurado a la casa de Elí, que la iniquidad de su casa no será expiada jamás, ni con sacrificios ni con ofrendas.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁴ Por eso he jurado a la casa de Elí que no será expiada jamás la iniquidad de la casa de Elí ni con sacrificios ni con ofrendas'.

1 Samuel 3:14 Referans Kwoze

Salmos 51:16

No te satisfacen los sacrificios, si te ofrezco un holocausto no lo quieres.

Isaías 22:14

Pero Dios, Señor del universo, me ha revelado personalmente que este pecado no será expiado; seguiréis así hasta que muráis lo ha dicho el Señor del universo.

Jeremías 15:1

Me dijo el Señor: —Aunque se presentaran ante mí Moisés y Samuel, no me sentiría bien dispuesto hacia este pueblo. Échalos de mi presencia y que salgan.

Jeremías 7:16

En cuanto a ti, no intercedas por este pueblo, ni eleves por ellos gritos ni súplicas; no insistas ante mí, pues no pienso escucharte.

Ezequiel 24:13

He intentado purificarte de tu impureza y tú no te has dejado; pues bien, no quedarás limpia hasta que descargue mi cólera en ti.

Levítico 15:31

Mantendréis así alejados a los israelitas de sus impurezas, a fin de que no mueran al contaminar con ellas la morada que yo tengo en medio de ellos.

1 Samuel 2:25

Si una persona ofende a otra, el Señor puede actuar de árbitro; pero si alguien ofende a Dios, ¿quién mediará en su favor? Pero ellos no hacían caso a su padre, porque Dios había decidido que murieran.