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1 Reyes 3:7 - La Palabra (versión española)

7 Efectivamente, Señor Dios mío, tú has hecho rey a este tu siervo, como sucesor de mi padre David, aunque soy muy joven e inexperto.

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Biblia Reina Valera 1960

7 Ahora pues, Jehová Dios mío, tú me has puesto a mí tu siervo por rey en lugar de David mi padre; y yo soy joven, y no sé cómo entrar ni salir.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 »Ahora, oh Señor mi Dios, tú me has hecho rey en lugar de mi padre, David, pero soy como un niño pequeño que no sabe por dónde ir.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Tú me has hecho rey, Yavé, Dios mío, en lugar de mi padre David. Pero yo soy todavía muy joven y no sé aún actuar.

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Y ahora, oh YHVH, Dios mío, Tú has constituido a tu siervo rey en lugar de mi padre David, aunque soy un joven pequeño, y no sé cómo salir ni cómo entrar.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Y así, Yahveh, mi Dios, tú has puesto como rey a tu siervo en lugar de mi padre David. Pero yo soy un niño pequeño que no sabe aún conducirse.

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1 Reyes 3:7
21 Referans Kwoze  

Ya antes, aunque Saúl era nuestro rey, eras tú el que dirigías a Israel. Además, el Señor te dijo: «Tú pastorearás a mi pueblo Israel, tú serás el jefe de Israel».


Pues David pensaba: —Mi hijo Salomón es todavía joven e inexperto; por otra parte, el Templo que hay que edificarle al Señor ha de ser magnífico, famoso y admirable en todos los países. Voy a hacerle, pues, los preparativos. Así que David hizo grandes preparativos antes de su muerte


Pero te nacerá un hijo que será un hombre apacible y yo le daré tranquilidad con todos sus enemigos circundantes. Se llamará Salomón, y en sus años concederé paz y descanso a Israel.


Luego el rey David se dirigió a toda la asamblea: —Mi hijo Salomón, el único a quien Dios ha escogido, es joven e inexperto y la empresa es enorme, pues no es este el palacio para un hombre, sino para Dios, el Señor.


El Señor protege tus idas y venidas desde ahora y para siempre.


A la soberbia sigue la ruina, a la humildad la fama.


¡Ay del país donde reina un muchacho, y cuyos nobles banquetean de madrugada!


Respondí: —Ay, Señor mi Dios. ¡Pero si no sé ni hablar; soy muy joven!


Me contestó el Señor: —No digas que eres joven. Irás a todos los sitios adonde yo te envíe y dirás todo lo que te ordene.


Él hace que se alternen años y estaciones; él entroniza reyes y él mismo los destrona. Concede sabiduría a los sabios y ciencia a los perspicaces.


Esto fue lo que le sucedió al rey Nabucodonosor.


Ante él nada son los habitantes de la tierra, y hace lo que quiere con el ejército del cielo y con los habitantes de la tierra. Nadie puede detenerle la mano ni pedirle cuentas de lo que hace.


El Dios Altísimo, majestad, concedió a tu padre Nabucodonosor soberanía, poder, fama y honor.


Dejó de vivir entre personas, su entendimiento quedó reducido al de las bestias, vivía entre los asnos salvajes, comía hierba como los toros y el rocío empapaba su cuerpo; hasta que reconoció que el Dios Altísimo controla los reinos humanos y se los da a quien quiere.


para que la presida y la guíe, de manera que la comunidad del Señor no sea como un rebaño de ovejas que no tienen pastor.


Yo soy la puerta verdadera. Todo el que entre en el aprisco por esta puerta, estará a salvo; entrará y saldrá libremente y siempre encontrará su pasto.


—Tengo ciento veinte años y no me quedan fuerzas para andar yendo y viniendo. Además el Señor me ha dicho que no cruzaré el Jordán,


En cambio, todos los de Israel y Judá querían a David, porque él los guiaba en sus expediciones.


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