1 Corintios 9:27 - La Palabra (versión española)

²⁷ Si golpeo mi cuerpo con rigor y lo someto a disciplina, es porque yo, que he proclamado a otros el mensaje, no quiero quedar descalificado.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

²⁷ sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.

Biblia Nueva Traducción Viviente

²⁷ Disciplino mi cuerpo como lo hace un atleta, lo entreno para que haga lo que debe hacer. De lo contrario, temo que, después de predicarles a otros, yo mismo quede descalificado.

Biblia Católica (Latinoamericana)

²⁷ Castigo mi cuerpo y lo tengo bajo control, no sea que después de predicar a otros yo me vea eliminado.

La Biblia Textual 3a Edicion

²⁷ sino que trato con severidad mi cuerpo, y lo reduzco a servidumbre; no sea que, habiendo predicado a otros, yo mismo quede desaprobado.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

²⁷ al contrario, doy puñetazos a mi cuerpo y lo arrastro como a vencido, no sea que después de predicar a los demás quede yo descalificado.

1 Corintios 9:27 Referans Kwoze

Salmos 50:16

Pero al malvado Dios le dice: «¿Por qué proclamas mis normas y tienes en tu boca mi alianza,

Éxodo 37:22

Los cálices y sus brazos formaban una sola pieza, toda ella cincelada en oro puro.

Jeremías 6:30

Les llaman plata de desecho, pues el Señor los ha desechado.

Lucas 18:5

voy a hacer justicia a esta viuda para evitar que me siga importunando. Así me dejará en paz de una vez».

Lucas 9:25

¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero, si él se pierde o se destruye a sí mismo?

Hechos 1:25

para que ocupe, en este ministerio apostólico, el puesto del que renegó Judas para irse al lugar que le correspondía».

Romanos 8:13

Porque si os comportáis según esos apetitos, moriréis; pero si, con la ayuda del Espíritu, dais muerte a las obras del cuerpo, viviréis.

1 Corintios 8:13

Por eso, si tomar un alimento va a ser ocasión de pecado para mi hermano, jamás tomaré ese alimento, para no dar a mi hermano ocasión de pecar.

1 Corintios 9:25

Y ya veis de cuántas cosas se privan los que se entrenan con vistas a una prueba deportiva. Ellos lo hacen para conseguir una corona que se marchita; nosotros, en cambio, aspiramos a un trofeo imperecedero.

2 Corintios 11:27

Fatigas y agobios, innumerables noches sin dormir, hambre y sed, ayunos constantes, frío y desnudez.

Colosenses 3:5

Destruid lo que hay de mundano en vosotros: la lujuria, la impureza, las pasiones desenfrenadas, los malos deseos y la avaricia, que es una especie de idolatría.

2 Timoteo 2:22

Huye de los excesos juveniles y esfuérzate en llevar una vida de rectitud, de fe, de amor y de paz en unión con los que invocan limpia y sinceramente al Señor.

1 Pedro 2:11

Queridos hermanos, sois gente de paso en tierra extraña. Por eso os exhorto a que luchéis contra los apetitos desordenados que hacen guerra al espíritu.

2 Pedro 2:15

Han abandonado el buen camino y se han extraviado, siguiendo el ejemplo de Balaán, hijo de Bosor, que buscó una recompensa inicua.