Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





1 Corintios 3:18 - La Palabra (versión española)

18 Que nadie se engañe. Si alguno de vosotros presume de sabio según los criterios de este mundo, mejor será que se convierta en necio, para alcanzar así la verdadera sabiduría.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

18 Nadie se engañe a sí mismo; si alguno entre vosotros se cree sabio en este siglo, hágase ignorante, para que llegue a ser sabio.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

18 Dejen de engañarse a sí mismos. Si piensan que son sabios de acuerdo con los criterios de este mundo, necesitan volverse necios para ser verdaderamente sabios.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

18 Que nadie se engañe. Si uno es sabio según el mundo y pasa por tal entre ustedes, que se haga tonto y llegará a ser sabio.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

18 Nadie se engañe a sí mismo. Si alguno entre vosotros piensa ser sabio en el tiempo presente, hágase necio para llegar a ser sabio.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

18 Que nadie se llame a engaño. Si alguno entre vosotros se tiene por sabio según este mundo, que se haga necio para hacerse sabio;

Gade chapit la Kopi




1 Corintios 3:18
29 Referans Kwoze  

Más se puede esperar de un necio que de alguien que presume de sabio.


Confía plenamente en el Señor y no te fíes de tu inteligencia.


No presumas de sabio, respeta al Señor y evita el mal;


Por tanto, hijo mío, escúchame y no rechaces mis palabras:


Esta gente se apacienta de ceniza, la ilusión de su mente los hace delirar; son incapaces de salvarse reconociendo que es pura mentira lo que tienen en su mano.


¡Ay de los que se creen sabios, y se tienen por juiciosos!


Así dice el Señor: No os engañéis a vosotros mismos pensando que los caldeos van a levantar el cerco, pues no se irán.


¿Cómo decís «Somos sabios, tenemos la ley del Señor», si resulta que la ha corrompido la pluma corrupta de los expertos?


Hay quien es como la semilla que cayó entre cardos: oye el mensaje, pero los problemas de la vida y el apego a las riquezas lo ahogan y no le dejan dar fruto.


El más importante en el reino de los cielos es aquel que se vuelve pequeño como este niño.


Os aseguro que quien no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.


Os aseguro que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.


Jesús contestó: —Tened cuidado, no os dejéis engañar. Porque vendrán muchos en mi nombre, diciendo: «Yo soy» o «El momento ha llegado». No les hagáis caso.


No quiero, hermanos, que ignoréis este misterio para que no presumáis de inteligentes. La obstinación de una parte de Israel no es definitiva; durará hasta que el conjunto de las naciones se convierta.


Vivid en plena armonía unos con otros. No ambicionéis grandezas, antes bien poneos al nivel de los humildes. Y no presumáis de inteligentes.


No os engañéis: «Las malas compañías corrompen las buenas costumbres».


Si destruís el templo de Dios, Dios mismo os destruirá a vosotros; no en vano el templo de Dios es algo santo, y vosotros mismos sois ese templo.


Así que nosotros somos unos locos a causa de Cristo; vosotros, en cambio, un modelo de sensatez cristiana; nosotros somos débiles, vosotros fuertes; vosotros os lleváis la estima, nosotros el desprecio.


¿Ignoráis acaso que los que hacen el mal no tendrán parte en el reino de Dios? No os llaméis a engaño: ni los lujuriosos, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales,


Si alguno se figura ser algo, cuando en realidad no es nada, se engaña a sí mismo.


No os hagáis ilusiones: de Dios no se burla nadie. Lo que cada uno haya sembrado, eso cosechará.


Que nadie os engañe con palabras falaces. Estas son precisamente las cosas que encienden la ira de Dios sobre quienes se niegan a obedecerle.


En cuanto a los perversos y embaucadores, irán de mal en peor, engañando a los demás, pero siendo ellos los engañados.


Porque también nosotros en otro tiempo fuimos irreflexivos y obstinados; anduvimos descarriados, esclavos de toda suerte de pasiones y placeres, y vivimos en la maldad y la envidia, odiados de todos y odiándonos unos a otros.


Pero se trata de que pongáis en práctica esa palabra y no simplemente que la oigáis, engañándoos a vosotros mismos.


Si alguno se hace ilusiones de ser religioso de verdad, pero no controla su lengua, se engaña a sí mismo y su religiosidad no vale para nada.


Si alardeamos de no cometer pecado, somos unos ilusos y no poseemos la verdad.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite