1 Corintios 13:1 - La Palabra (versión española)

¹ ¿De qué me sirve hablar lenguas humanas o angélicas? Si me falta el amor, no soy más que una campana que repica o unos platillos que hacen ruido.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹ Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹ Si pudiera hablar todos los idiomas del mundo y de los ángeles pero no amara a los demás, yo solo sería un metal ruidoso o un címbalo que resuena.

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹ Aunque hablara todas las lenguas de los hombres y de los ángeles, si me falta el amor sería como bronce que resuena o campana que retiñe.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹ Si yo° hablara en lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como el bronce que resuena, o un címbalo que retiñe.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹ Si hablo las lenguas de los hombres y de los ángeles, pero no tengo amor, soy como bronce que suena o como címbalo que retiñe.

1 Corintios 13:1 Referans Kwoze

Salmos 150:5

alabadlo con címbalos sonoros, alabadlo con címbalos vibrantes.

Mateo 25:45

Y él les dirá: «Os aseguro que cuanto no hicisteis en favor de estos más pequeños, tampoco conmigo lo hicisteis».

Marcos 16:17

Y estas señales acompañarán a los que crean: en mi nombre expulsarán demonios; hablarán en idiomas desconocidos;

Romanos 14:15

Claro que si, por comer un determinado alimento, haces daño a tu hermano, ya no es el amor la norma de tu vida. ¡Triste cosa sería hacer que perezca por cuestiones de alimentos alguien por quien Cristo ha muerto!

1 Corintios 12:10

o el de hacer milagros, o el de profetizar, o el de distinguir entre espíritus falsos y el Espíritu verdadero, o el de hablar en un lenguaje misterioso, o el de interpretar ese lenguaje.

1 Corintios 12:16

Y si el oído dijera: «Como no soy ojo, nada tengo que ver con el cuerpo», ¿dejaría por ello de formar parte del cuerpo?

1 Corintios 12:8

Así, a uno lo capacita el Espíritu para hablar con sabiduría, mientras a otro el mismo Espíritu le concede expresarse con un profundo conocimiento de las cosas.

1 Corintios 13:8

El amor nunca muere. Vendrá, en cambio, un día en que nadie profetizará, nadie hablará en un lenguaje misterioso, nadie podrá presumir de una profunda ciencia.

1 Corintios 14:2

Pues quien habla un lenguaje misterioso se dirige a Dios, pero no a los seres humanos; impulsado por el Espíritu, habla de cosas misteriosas que nadie entiende.

1 Corintios 14:4

El que posee el don de hablar un lenguaje misterioso se beneficia a sí mismo, mientras que quien profetiza, contribuye al provecho espiritual de la Iglesia.

1 Corintios 14:5

Me gustaría que todos disfrutaseis de ese don de hablar un lenguaje misterioso; sin embargo, prefiero que profeticéis. Y es que para el provecho espiritual de la Iglesia, es más útil el que profetiza que quien habla un lenguaje misterioso, a no ser que alguien interprete ese lenguaje misterioso.

1 Corintios 8:1

En cuanto a la carne ofrecida en sacrificio a los ídolos, todos conocemos el modo de proceder. Pero el conocimiento envanece; solo el amor es verdaderamente provechoso.

2 Corintios 12:4

fue arrebatado al paraíso y escuchó palabras misteriosas que a ningún humano le está permitido pronunciar.

Gálatas 5:22

En cambio, el Espíritu produce amor, alegría, paz, tolerancia, amabilidad, bondad, lealtad,

Gálatas 5:6

En Cristo Jesús, en efecto, da lo mismo estar circuncidados que no estarlo; lo que cuenta es la fe, que actúa por medio del amor.

1 Timoteo 1:5

El propósito de esta advertencia es promover el amor que brota de un corazón limpio, de una conciencia sana y de una fe sincera.

1 Pedro 4:8

Ante todo, amaos entrañablemente unos a otros, pues el amor alcanza el perdón de los pecados por muchos que sean.

2 Pedro 2:18

pues son declamadores ampulosos y vacíos que seducen con la promesa de placeres carnales desenfrenados a quienes acaban de escapar de las garras del error.

Apocalipsis 14:2

Y escuché un sonido como de aguas caudalosas y de truenos fragorosos que venía del cielo; era, sin embargo, el sonido de arpistas tañendo sus cítaras.