Tito 2:13 - Biblia Lenguaje Básico13 Así debemos vivir, mientras llega ese día feliz y maravilloso que todos esperamos, cuando regrese nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 196013 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente13 mientras anhelamos con esperanza ese día maravilloso en que se revele la gloria de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)13 Ahora nos queda aguardar la feliz esperanza, la manifestación gloriosa de nuestro magnífico Dios y Salvador, Cristo Jesús, Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion13 aguardando la esperanza bienaventurada° y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesús el Mesías, Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 197513 mientras aguardamos la bienaventurada esperanza, o sea, la aparición gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro, Cristo Jesús, Gade chapit la |
Después de eso, el malvado aparecerá y Satanás lo ayudará a engañar a muchos con señales y falsos milagros. Engañará con toda clase de mentiras a los que no quisieron amar y aceptar el verdadero mensaje de Jesucristo; mensaje que podría haberlos salvado del castigo que recibirán. Dios permitirá que ese hombre mentiroso y malvado los engañe, para que acepten lo que es falso. Así Dios castigará a todos los que no han querido creer en el verdadero mensaje y disfrutan haciendo el mal. Pero cuando el Señor Jesús vuelva con todo su poder y su gloria, destruirá con el soplo de su boca al hombre malvado y le quitará su poder.
Querido Timoteo: Te envío mis saludos. Yo, Pablo, soy apóstol de Jesucristo, pues Dios, que es nuestro Salvador, y Cristo Jesús, en quien hemos puesto nuestra esperanza, me enviaron a comunicar su mensaje. Para mí, tú eres como un hijo. Por eso pido, a Dios nuestro Padre y a Jesucristo, nuestro Señor, que te concedan su gracia, te traten con misericordia y te den su paz.
La fe que tenéis en Dios es como el oro: igual que la calidad del oro se pone a prueba con el fuego, la fe que tenéis en Dios se pone a prueba con los problemas. Si pasáis la prueba, vuestra fe será más valiosa que el oro, pues el oro, aunque haya superado la prueba del fuego, se puede destruir. Así, cuando Jesucristo aparezca, hablará bien de la fe que tenéis en Dios, porque una fe que ha pasado por tantas pruebas merece ser alabada.