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Tito 1:5 - Biblia Lenguaje Básico

5 Te dejé en la isla de Creta para que solucionaras los problemas pendientes, y para que nombraras líderes en las comunidades cristianas de cada pueblo. Como te dije,

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Biblia Reina Valera 1960

5 Por esta causa te dejé en Creta, para que corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo te mandé;

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Te dejé en la isla de Creta para que pudieras terminar nuestro trabajo ahí y nombrar ancianos en cada ciudad, tal como te lo indiqué.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Te dejé en Creta para que solucionaras los problemas existentes y pusieras presbíteros en todas las ciudades, de acuerdo con mis instrucciones.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Por esta razón te dejé en Creta: Para que pusieras en orden lo que faltaba y designaras ancianos en cada ciudad, como te ordené:

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Te dejé en Creta con el fin de que acabaras de organizar lo que faltaba e instituyeras presbiteros en cada ciudad, según las normas que yo mismo te di:

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Tito 1:5
18 Referans Kwoze  

Majlí, Musí, Merarí y Leví.


Entre otras cosas, el Predicador se dedicó a enseñar a otros todo lo que sabía. Todo lo estudiaba con cuidado y lo investigaba a fondo. Además, compuso una gran colección de proverbios.


Si acaso lo hay, que se presente y lo diga; que anuncie el futuro y diga lo que va a suceder.


Luego se repondrán esas piedras con otras nuevas, y se pintarán de cal las paredes de la casa.


Bernabé y Saulo llevaron el dinero a Jerusalén y lo entregaron a los líderes de la iglesia.


En cada iglesia, Pablo y Bernabé nombraron líderes sobre los que, después de orar y ayunar, ponían las manos y los encomendaban al Señor en quien habían creído.


Tanto los que somos judíos de nacimiento como los que se han convertido a la religión judía, y también los que han venido de la isla de Creta o de la península de Arabia, todos les oímos en nuestro propio idioma cómo anuncian las maravillas de Dios. Estaban todos maravillados, y sin salir de su asombro se preguntaban: —Y esto ¿qué significa?


Buenos Puertos no era un buen lugar para pasar el invierno; por eso, todos creían que lo mejor era seguir y tratar de llegar al puerto de Fenice, para pasar allí el invierno. Fenice era un puerto de la isla de Creta que estaba orientado hacia el noroeste y el sudoeste.


De pronto, comenzó a soplar un viento suave que venía del sur. Por eso el capitán y los demás pensaron que podían seguir el viaje, cosa que hicimos bordeando la costa de la isla de Creta.


Como habíamos pasado mucho tiempo sin comer, Pablo se puso en pie en medio de todos y les dijo: —Compañeros, habría sido mejor que me hubierais hecho caso, y que no hubiéramos salido de la isla de Creta. Así no le habría pasado nada al barco ni a nosotros.


Viajamos despacio durante varios días, y nos costó trabajo llegar frente al puerto de Cnido. El viento todavía soplaba en nuestra contra, por lo que fuimos bordeando el cabo Salmón y, con mucha dificultad, navegamos a lo largo de la costa sur de la isla de Creta. Por fin llegamos a un lugar llamado Buenos Puertos, que está cerca de la ciudad de Lasea, en la misma isla de Creta.


Si alguno tiene hambre, es mejor que coma en su casa. Así Dios no tendrá que castigaros por vuestro comportamiento en las reuniones. En cuanto a las otras preguntas que me hicisteis, ya hablaremos cuando vaya a visitaros.


Pero hacedlo todo de manera correcta y ordenada.


Por eso os envié a Timoteo, al que amo como a un hijo, y que es del todo fiel al Señor Jesús. Timoteo os recordará mis enseñanzas, que son las mismas enseñanzas de Cristo. Eso es lo que enseño en todas las iglesias.


Porque, aunque no estoy con vosotros, siempre os recuerdo y me alegro de saber que sois ordenados y que se mantiene firme vuestra fe en Jesucristo.


Cuando me dirigí a la región de Macedonia, te pedí que te quedaras en la ciudad de Éfeso porque allí había ciertas personas que enseñaban creencias extrañas.


Tú has oído lo que les he enseñado a muchas personas. Ahora quiero que enseñes eso mismo a cristianos en los que puedas confiar y que sean capaces de enseñar a otros.


Fue un poeta de la propia isla de Creta el que dijo: «Esa gente de Creta es mentirosa, glotona y perezosa. Se portan como animales salvajes».


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