Sofonías 3:14 - Biblia Lenguaje Básico

¹⁴ ¡Cantad de alegría, israelitas! ¡Alegraos, habitantes de Jerusalén!

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁴ Canta, oh hija de Sion; da voces de júbilo, oh Israel; gózate y regocíjate de todo corazón, hija de Jerusalén.

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁴ ¡Canta, oh hija de Sion; grita fuerte, oh Israel! ¡Alégrate y gózate con todo tu corazón, oh hija de Jerusalén!

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁴ ¡Grita de gozo, oh hija de Sión, y que se oigan tus aclamaciones, oh gente de Israel! ¡Regocíjate y que tu corazón esté de fiesta, hija de Jerusalén!

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁴ ¡Canta, oh capital de Sión! ¡Da voces de júbilo, oh Israel! ¡Alégrate y regocíjate de todo corazón, Oh ciudad de Jerusalem!

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁴ ¡Canta alegremente, hija de Sión! ¡Da gritos de alegría, Israel! ¡Alégrate y exulta de todo corazón hija de Jerusalén!

Sofonías 3:14 Referans Kwoze

Nehemías 12:43

Aquel día se ofrecieron muchos sacrificios y todos nosotros, hombres, mujeres y niños, estuvimos muy contentos, pues Dios nos había llenado de alegría. La alegría que había en Jerusalén se oía desde muy lejos.

Salmos 14:7

¡Cómo quisiera yo que Dios nos enviara desde Jerusalén alguien que salve a nuestro pueblo! ¡Cuando Dios nos restaure, todos en Israel estaremos felices!

Salmos 149:2

Nosotros, los israelitas que vivimos en Jerusalén, cantemos alegres a Dios, nuestro creador y rey.

Salmos 97:8

Cuando lo sepan en Jerusalén y en las ciudades de Judá, todos se llenarán de alegría porque tú eres un Dios justo.

Isaías 12:6

Demos gritos de alegría, habitantes de Jerusalén, porque en medio de nosotros está el Dios único y perfecto, con toda su grandeza».

Isaías 29:19

Los más pobres y necesitados se alegrarán con el Santo de Israel.

Isaías 35:2

Todo el mundo se alegrará porque Dios dará al desierto la belleza del monte del Líbano, la fertilidad del monte Carmelo y la hermosura del valle de Sarón.

Isaías 37:22

Y esto es lo que Dios dice acerca de él: «A ti, Senaquerib, Jerusalén te desprecia; los israelitas se burlan de ti a tus espaldas.

Isaías 40:1

Así dice Dios: «¡Consolad a mi pueblo! ¡Dadle ánimo!

Isaías 40:9

Súbete a un monte y anuncia esta buena noticia a los habitantes de Jerusalén. No tengas miedo; grita con todas tus fuerzas y di a las ciudades de Judá: «¡Aquí viene nuestro Dios!

Isaías 51:11

Los que tú rescataste volverán y entrarán en Jerusalén saltando de gozo; todo es alegría y júbilo, el llanto y el dolor desaparecerán.

Isaías 52:9

Jerusalén que estás en ruinas, entona canciones de alegría porque Dios se ha compadecido de su pueblo y ha decidido tu liberación.

Isaías 54:1

Y ahora, Jerusalén, tú que nunca has sido madre ni has podido tener hijos, lanza gritos de alegría, entona alegres canciones, porque Dios dice: «Jerusalén, mujer abandonada, tendrás más hijos que la mujer casada».

Jeremías 30:19

En las calles volverán a oírse alabanzas y gritos de alegría. Yo os daré muchos hijos y volveréis a ser un pueblo numeroso; volverán a ser un pueblo respetado.

Jeremías 31:13

Yo les daré consuelo; cambiaré su dolor en danza y su tristeza en alegría. Bailarán alegres jóvenes y viejos.

Jeremías 33:11

las serenatas de los enamorados y las alegres canciones de fiesta. También se escucharán las alabanzas de los que llevan a mi Templo ofrendas de agradecimiento, y van cantando: «Alabemos al Dios de Israel. Alabemos al Dios todopoderoso. Nuestro Dios es bueno y nunca deja de amarnos». Yo os aseguro que los haré volver del país adonde fueron llevados prisioneros, y todo volverá a ser como al principio.

Joel 2:23

Vosotros, habitantes de Jerusalén, ¡haced fiesta en honor de vuestro Dios! En el momento justo Dios os enviará la lluvia, como lo hacía en tiempos pasados: hará que llueva en primavera, así como llueve en otoño.

Miqueas 4:8

Hermoso monte de Sion, tú has sido una torre protectora para mi amada Jerusalén; así que volverás a ser como antes, ¡serás la gran capital de mi pueblo!

Mateo 21:9

Y toda la gente, tanto la que iba delante de él como la que iba detrás, gritaba: «¡Sálvanos, descendiente de David! ¡Bendito tú, que vienes de parte de Dios! ¡Sálvanos, Dios altísimo!».