Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Rut 3:9 - Biblia Lenguaje Básico

9 —¿Quién eres? —preguntó Boaz. —Soy Rut, tu humilde servidora. Tú eres familiar mío y de mi suegra, y las dos necesitamos que nos protejas, pues tienes derecho a casarte conmigo.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

9 Entonces él dijo: ¿Quién eres? Y ella respondió: Yo soy Rut tu sierva; extiende el borde de tu capa sobre tu sierva, por cuanto eres pariente cercano.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

9 —¿Quién eres? —preguntó. —Soy Rut, su sierva —contestó ella—. Extienda sobre mí el borde de su manto ya que usted es el redentor de mi familia.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Como le preguntara quién era, ella le respondió: 'Soy Rut, tu sirvienta. Tápame con tu manta, pues tú debes rescatarme.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

9 Entonces él dijo: ¿Quién eres tú? Y ella respondió: Soy Rut, tu sierva; extiende el borde de tu manto° sobre tu sierva, porque redentor° mío eres.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Él le preguntó: '¿Quién eres tú?'. Ella le respondió: 'Yo soy Rut, tu sierva; extiende sobre tu sierva el borde de tu manto, porque eres el que tiene derecho de rescate'.

Gade chapit la Kopi




Rut 3:9
10 Referans Kwoze  

Tiempo después volví a pasar y vi que la ciudad ya había crecido bastante. Era como una jovencita convertida en mujer lista para casarse. La puse entonces bajo mi cuidado y me comprometí a amarla para siempre, como si ella fuera mi mujer y yo su marido. La bañé, la limpié y la perfumé. Os aseguro que así fue.


El que se crea superior a los demás, Dios lo colocará en el lugar menos importante, pero al que actúa con humildad, Dios lo colocará en un lugar más importante.


Entonces Noemí exclamó: —¡Demos gracias a Dios que está siendo bueno con nosotras y con nuestros familiares muertos! Porque ese hombre es familiar de mi marido y, de acuerdo con nuestras leyes, tiene el deber de protegernos.


—¡Que Dios te bendiga! —dijo Boaz—. Veo que eres muy fiel con tu suegra y con tu familia, y que no piensas solo en ti. Me pides que sea yo tu marido, aunque bien podrías casarte con un hombre más joven que yo.


Ahora bien, es cierto que yo soy vuestro pariente, pero hay otro pariente todavía más cercano que yo.


A medianoche, Boaz se despertó de pronto y, al moverse, sintió que alguien estaba acostado junto a él.


Quiero que tú lo sepas y quiero, además, pedirte que seas tú quien lo compre, porque tienes el derecho de decidir primero. Delante de estos testigos, dime si quieres comprarlo o no, pues aparte de nosotros dos no hay otro familiar que pueda comprarlo. Enseguida el otro familiar respondió: —De acuerdo, lo compraré.


—¡Ah, entonces no acepto comprarlo! —dijo el otro familiar—. Porque si lo compro y nacen otros hijos, mis hijos anteriores recibirán menos herencia. Será mejor que lo compres tú.


Al oír esto, Abigail se inclinó tocando el suelo con la frente y dijo: —Yo estoy para servir a mi señor David y para hacer lo que él me ordene. ¡Incluso estoy dispuesta a lavar los pies de sus criados!


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite