Proverbios 4:17 - Biblia Lenguaje Básico

¹⁷ Su alimento consiste en cometer maldades; su bebida, en practicar la violencia.

Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

¹⁷ Porque comen pan de maldad, y beben vino de robos;

Biblia Nueva Traducción Viviente

¹⁷ ¡Se alimentan de la perversidad y beben el vino de la violencia!

Biblia Católica (Latinoamericana)

¹⁷ El crimen se volvió su pan, y la violencia, el vino de que tienen sed.

La Biblia Textual 3a Edicion

¹⁷ Porque comen pan de iniquidad, Y beben vino de violencia.

Biblia Serafín de Ausejo 1975

¹⁷ se alimentan del pan de la maldad y beben el vino de la violencia.

Proverbios 4:17 Referans Kwoze

Salmos 14:4

Vosotros, gente malvada, los que devoráis a mi pueblo como si se tratara de pan y jamás invocáis a Dios,

Proverbios 13:2

Cada uno se alimenta de lo que dice; los traidores solo producen violencia.

Proverbios 20:17

Tal vez te sepa muy sabroso el pan ganado con engaños, pero luego es como arena en la boca.

Proverbios 9:17

¡No hay nada más agradable que beber agua robada! ¡No hay pan que sepa tan dulce como el que se come a escondidas!».

Isaías 5:18

¡Qué mal os va a ir a los que tiene atrapados el pecado!

Isaías 5:20

¡Qué mal os va a ir, a los que llamáis bueno a lo malo, decís que las tinieblas son luz y tomáis por dulce lo amargo!

Miqueas 3:5

Así dice Dios a los profetas que engañan a mi pueblo: Vosotros habláis de paz solo a quienes os dan de comer, pero declaráis la guerra a quienes no os proporciona alimento.

Miqueas 6:12

Los ricos se aprovechan de los pobres, y todos en la ciudad son unos mentirosos.

Miqueas 7:3

Los gobernantes y los jueces exigen dinero para favorecer a los ricos. Los poderosos dicen lo que quieren y siempre actúan con falsedad. ¡Son unos maestros para hacer lo malo!

Sofonías 3:3

Tus jefes más importantes parecen leones feroces; tus gobernantes parecen lobos, que atacan por la noche y no dejan nada para la mañana.

Mateo 23:13

Jesús dijo a los fariseos y a los maestros de la Ley: —¡Qué mal vais a acabar hipócritas! Porque cerráis la puerta del reino de Dios a los demás. Y ni entráis vosotros ni dejáis que entren otros.