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Proverbios 29:1 - Biblia Lenguaje Básico

1 Quien no acepta la corrección será muy pronto aniquilado y nadie podrá evitarlo.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 El hombre que reprendido endurece la cerviz, De repente será quebrantado, y no habrá para él medicina.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 Quien se niega tercamente a aceptar la crítica será destruido de repente sin poder recuperarse.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 El hombre que se encapricha a pesar de las advertencias será derribado de un golpe y sin remedio.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 El hombre que, reprendido, endurece la cerviz, Será quebrantado de repente, y no habrá para él medicina.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 Quien ante los reproches se rebela será aniquilado de repente y sin remedio.

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Proverbios 29:1
41 Referans Kwoze  

Elías era un profeta de Tisbé, pueblo que estaba en la región de Galaad. Un día, Elías anunció a Ajab: —Juro por el Dios de Israel, a quien sirvo, que durante varios años no va a llover ni a caer rocío hasta que yo lo diga.


Elías le contestó: —No soy yo el que trae problemas sobre Israel, sino tú y tu familia. Porque vosotros habéis dejado de obedecer los mandamientos de Dios y adoráis las imágenes del dios Baal.


El profeta dijo al rey: —Dios me ha ordenado que te diga que debiste haber matado al rey de Siria, como él te lo mandó. Por no haberlo hecho, moriréis tú y tu pueblo en lugar de él y de su pueblo.


Miqueas dijo: —Si tú regresas sano y salvo significará que Dios no ha hablado por medio de mí. Después, dirigiéndose a todos, agregó: —¡Tened en cuenta lo que he dicho!


Amasías interrumpió al profeta y le dijo: —¡No necesito tus consejos! ¡Cállate si no quieres morir! Entonces el profeta le dijo: —Ya veo que no quieres escucharme. No hay duda de que Dios te ha abandonado y de que va a destruirte.


Dios habló a Manasés y a su pueblo, pero ellos no le hicieron caso.


Fue muy orgulloso y terco; nunca quiso arrepentirse ni obedecer al Dios de Israel. Sedecías se rebeló también contra el rey Nabucodonosor y no cumplió el juramento de fidelidad que le había hecho.


Les advertiste que obedecieran tu ley que da vida a quienes la cumplen, pero ellos fueron rebeldes y orgullosos, y se obstinaron en no obedecerte.


¿Quién puede desafiar a Dios y esperar salir victorioso? Su sabiduría es muy profunda, y su poder es muy grande.


Así lo comprobó la gente que el faraón envió a investigar. Pero aun así, el faraón se mantuvo terco y no dejó que los israelitas fueran a adorar a Dios.


Los que respetan a Dios son dichosos; en cambio, los que se obstinan en pecar caerán en la desgracia.


La persona honrada quedará a salvo; la de mala conducta caerá en la fosa.


Cuando triunfan los malvados, todo el mundo corre a esconderse; pero cuando son destruidos, prosperan los que son buenos.


Por eso la desgracia vendrá sobre ellos de repente; cuando menos lo esperen, serán destruidos sin remedio.


Por eso, ¡dejad ya de burlaros, no sea que os vaya peor! Pues el Dios todopoderoso ha resuelto destruir todo el país.


Como yo sabía que tenéis la cabeza más dura que el hierro y el bronce,


Dios de Israel, nos has herido tanto que ya no podremos recuperarnos. ¿Es que has rechazado por completo a Judá y has dejado de amar a Jerusalén? Esperábamos pasarlo bien, y lo estamos pasando mal; esperábamos vivir en paz, pero vivimos llenos de miedo. Reconocemos nuestra maldad y los pecados de nuestros antepasados; ¡hemos pecado contra ti!


quienes, sin embargo, no quisieron obedecer a Dios, sino que se empeñaron en desobedecerlo y no quisieron aprender la lección.


Yo castigaré tu pecado, el de tus hijos y el de tus sirvientes. Voy a mandar contra vosotros y contra los que viven en Jerusalén y en Judá la desgracia que os anuncié sin que me hicierais caso.


El día que menos lo esperes, tus víctimas se vengarán de ti; te harán temblar de miedo y te quitarán todo lo que tienes.


No estoy hablando de todos vosotros. Yo sé a quiénes elegí. Pero debe cumplirse lo que las Escrituras anunciaron: El que come conmigo se ha vuelto mi enemigo.


Jesús le respondió: —Es aquel a quien yo dé el pedazo de pan que voy a mojar. Jesús mojó el pan y se lo entregó a Judas, el hijo de Simón Iscariote.


Cuando traicionó a Jesús, fue y compró un terreno con el dinero que le dieron por la traición. Pero luego se lanzó de cabeza y se estrelló contra el suelo.


para que haga el trabajo de apóstol que le correspondía a Judas.


Cuando la gente diga: «Todo está tranquilo y no hay por qué tener miedo», entonces todo será destruido de repente, igual que le vienen los dolores de parto a una mujer embarazada, y nadie podrá escapar.


Si una persona ofende a otra, Dios puede decidir quién tiene la razón; pero si alguien ofende a Dios, no hay quien pueda defenderlo. Sin embargo, los hijos de Elí no hicieron caso a las palabras de su padre. Además, Dios ya había decidido quitarles la vida.


Para que sepas que todo esto sucederá tal como lo he dicho, te daré una señal: Tus dos hijos, Jofní y Finés, morirán el mismo día.


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