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Proverbios 15:5 - Biblia Lenguaje Básico

5 El que es necio no acepta que su padre lo corrija, pero el que es sabio acepta la corrección.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

5 El necio menosprecia el consejo de su padre; Mas el que guarda la corrección vendrá a ser prudente.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Solo un necio desprecia la disciplina de sus padres; el que aprende de la corrección es sabio.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 El tonto menosprecia la corrección de su padre, el sensato toma en cuenta las advertencias.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 El necio desprecia el consejo de su padre, Pero el que guarda la corrección, se hace sagaz.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 El necio desprecia la instrucción de su padre; quien acepta la reprensión es prudente.

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Proverbios 15:5
19 Referans Kwoze  

Luego David dijo a su hijo Salomón: —Para llevar a cabo esta obra del Templo de Dios cuentas con las distintas clases de sacerdotes y levitas; están también a tu disposición obreros expertos en trabajos manuales, así como las autoridades de la nación y todo el pueblo en general. ¡Tú sé fuerte y decidido! ¡No tengas miedo ni te desanimes, porque Dios siempre estará contigo! Él no te dará la espalda ni te abandonará hasta que termines todo el trabajo en relación con la obra del Templo de Dios.


—Salomón, hijo mío, reconoce que el Dios de tu padre es el verdadero Dios y sírvelo con todo tu corazón y de buena gana. Porque Dios conoce las intenciones de todos y penetra los pensamientos más íntimos. Si lo buscas, él se dejará encontrar; pero si lo abandonas, él te rechazará para siempre.


Considero una muestra de amor que una persona justa me corrija; para mí, sus correcciones son como fino perfume. Yo solamente te pido que castigues a los malvados.


Haced caso a mis advertencias, pues quiero comunicaros mi espíritu y explicaros mis enseñanzas.


Todo el que quiera ser sabio debe empezar por obedecer a Dios. Pero los que son necios rechazan la corrección y desprecian la sabiduría.


Un hijo sabio es la alegría del padre, uno necio llena de tristeza a su madre.


El hijo sabio acepta que su padre lo castigue; el hijo malcriado no permite que le llamen la atención.


Si no aceptas la corrección, te esperan pobreza y deshonra; si la aceptas, recibirás honores.


Las palabras que brindan consuelo son la mejor medicina; las que se dicen con mala intención son causa de mucha tristeza.


A la familia del honrado nunca le falta nada; las ganancias del malvado son poco seguras.


El que se deja aconsejar y acepta que lo corrijan, acabará siendo sabio.


Para quien sabe apreciarla, una sabia corrección vale tanto como una joya de oro muy fino.


Los mandatos y las enseñanzas son como una lámpara encendida; la corrección y la disciplina te mostrarán cómo debes vivir;


¡Y es verdad! Por eso tienes que corregir con severidad a esa clase de gente y ayudarla para que mantengan la verdadera fe.


Enseña y proclama estas cosas, corrigiendo con toda autoridad a quien sea preciso. No des motivo para que alguien te menosprecie.


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