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Proverbios 15:25 - Biblia Lenguaje Básico

25 Dios derriba la casa del orgulloso, pero protege los terrenos de la viuda.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

25 Jehová asolará la casa de los soberbios; Pero afirmará la heredad de la viuda.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

25 El Señor derriba la casa de los orgullosos, pero protege la propiedad de las viudas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

25 Yavé derriba la casa de los orgullosos, pero protege el cercado de la viuda.

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La Biblia Textual 3a Edicion

25 YHVH arranca la casa del soberbio, Y planta la heredad de la viuda.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

25 Yahveh derriba la casa del soberbio y mantiene en pie el lindero de la viuda.

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Proverbios 15:25
20 Referans Kwoze  

Los malvados maltratan a la mujer que no tiene hijos y no socorren a la viuda.


Dios mío, tú eres excelso, pero cuidas de la gente humilde; en cambio, a los orgullosos los mantienes alejados de ti.


Dios cuida de los extranjeros, y sostiene a huérfanos y viudas. Dios hace que fracasen los planes de los malvados.


David compuso este poema cuando Doeg el edomita fue a decirle a Saúl: «David ha ido a la casa de Ajimélec». Instrucciones para el director del coro.


En lugar de hacer el bien, prefieres hacer el mal; en vez de decir solo la verdad, prefieres decir mentiras.


El malvado cae y desaparece; la casa del bueno sigue siempre en pie.


La familia del malvado se arruina; el hogar del bueno prosperará.


Dios no soporta los planes malvados, pero le agradan las palabras sinceras.


Mantén los límites de tu propiedad tal como los fijaron tus padres y no invadas el terreno de los huérfanos.


y aprended a hacer lo bueno! Ayudad al maltratado, tratad con justicia al huérfano, defended a la viuda.


pues ya está cerca el día en que humillará a esos orgullosos.


y vuestra maldad no tiene límites. No defendéis a los huérfanos ni reconocéis los derechos de los pobres.


Pero cuando el rey Nabucodonosor se llenó de orgullo y de soberbia, Dios le quitó el reino,


En la tierra que Dios va a daros en posesión, deberéis respetar los límites de la propiedad de cada persona, pues son límites que fueron fijados hace mucho tiempo.


La verdadera religiosidad, la que aparece sin culpa a los ojos de Dios Padre, consiste en ayudar a las viudas y a los huérfanos cuando sufren y no dejarse ensuciar por la maldad del mundo.


Del mismo modo vosotros, los jóvenes, debéis obedecer la autoridad de los líderes de la Iglesia. Todos debéis trataros con humildad, pues las Escrituras dicen: «Dios se opone a los orgullosos, pero brinda su ayuda a los humildes».


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