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Proverbios 1:31 - Biblia Lenguaje Básico

31-32 Por eso recibiréis vuestro merecido y sufriréis las consecuencias de vuestras propias decisiones; vuestra necedad acabará por destruiros y vuestra falta de atención os perderá.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

31 Comerán del fruto de su camino, Y serán hastiados de sus propios consejos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

31 Por lo tanto, tendrán que comer el fruto amargo de vivir a su manera y se ahogarán con sus propias intrigas.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

31 Por eso, comerán los frutos de sus errores, y de sus iniciativas, hasta que no puedan más.

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La Biblia Textual 3a Edicion

31 Comerán pues, del fruto de su propio camino, Y se hartarán de sus propios consejos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

31 comerán del fruto de su conducta y se hartarán de sus propios consejos.

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Proverbios 1:31
17 Referans Kwoze  

He podido comprobar que quien mal anda mal acaba.


Por eso permití su terquedad y dejé que se comportaran según sus caprichos.


Cada uno recibe lo que merecen sus palabras y sus hechos.


Cada uno se alimenta de lo que dice; los traidores solo producen violencia.


El necio se siente feliz con su mala conducta; la persona de bien lo es con sus buenas acciones.


Quien siembra maldad cosechará desgracia; la vara de su arrogancia se romperá.


El pecado y las malas acciones hacen que los malvados caigan en su propia trampa.


Así muere esa gente malvada; como rechaza la corrección, su propia insensatez acabará por destruirla.


pero los que me ofenden ponen su vida en peligro; odiarme es amar la muerte».


también yo decidiré con qué desgracias castigarlos enviando sobre ellos aquello que más temen. Porque llamé y nadie me respondió; hablé y nadie me escuchó; hicieron lo que no me gusta y eligieron lo que no me agrada.


Vuestras propias rebeliones y maldades demuestran que sois culpables. Reflexionad y reconoced lo malo y triste que es abandonarme y no honrarme a mí, vuestro Dios. Soy yo, el Dios todopoderoso, quien lo asegura.


Pues yo os daré lo que merecen vuestras acciones. Prenderé fuego al bosque de la ciudad y ese fuego destruirá todo lo que hay a su alrededor. Soy yo, Dios, quien lo asegura.


Quiero que toda la tierra se entere de que por los pecados que ha cometido voy a enviarles una desgracia, pues no quisieron hacerme caso y rechazaron mis enseñanzas.


Por eso he descargado sobre ellos mi furor, los aniquilé por completo con el fuego de mi ira, haciéndoles responsables de su mala conducta. Porque yo soy el Dios de Israel y cumplo mi palabra.


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