Oseas 2:15 - Biblia Lenguaje Básico15 Cuando visita a sus amantes, se pone anillos y collares, pero a mí me tiene olvidado. Por eso la voy a castigar, pues ha adorado a dioses falsos y ha quemado incienso en su honor. Yo soy el Dios de Israel, y cumpliré mi palabra. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 196015 Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente15 Le devolveré sus viñedos y convertiré el valle de la Aflicción en una puerta de esperanza. Allí se me entregará como lo hizo hace mucho tiempo cuando era joven, cuando la liberé de su esclavitud en Egipto. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)15 Yo le tomaré cuentas por los años de los baales en que les ofrecía incienso y en que se ponía sus aros y collares para correr detrás de sus amantes; y se olvidaba de mí, la ingrata. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion15 Allí le daré sus viñas y el valle de Acor° como puerta de esperanza; Allí me responderá como en su juventud, Como cuando salió de Egipto. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 197515 La castigaré por los días de los baales, cuando ella les quemaba incienso, y, adornada con sus zarcillos y collares, caminaba detrás de sus amantes y me olvidaba a mí -oráculo de Yahveh. Gade chapit la |
—Jeremías, ve y diles de mi parte a todos los habitantes de Jerusalén: Yo recuerdo, pueblo de Israel, que en tus primeros años me amabas solo a mí. Parecías una novia enamorada y me seguiste por el desierto, por tierras donde nada crece. Tú eras solo mío; ¡fuiste mi primer amor! Si alguien te hacía algún daño, sufría las consecuencias. Soy yo, Dios, quien lo asegura.
Sin embargo, yo sí cumpliré mi compromiso contigo, lo mismo que las promesas que te hice cuando eras todavía una ciudad joven. Haré contigo, Jerusalén, un pacto que dure para siempre, y así tendrás que reconocer que yo soy tu Dios. Yo haré también que otras ciudades lleguen a ser tuyas, aun cuando esto no formaba parte de mi compromiso contigo. Cuando yo te haya perdonado por completo, te acordarás de todos los pecados que cometiste. Entonces te sentirás tan avergonzada y humillada que no volverás a abrir la boca. Te aseguro que así lo haré.
Tiempo después volví a pasar y vi que la ciudad ya había crecido bastante. Era como una jovencita convertida en mujer lista para casarse. La puse entonces bajo mi cuidado y me comprometí a amarla para siempre, como si ella fuera mi mujer y yo su marido. La bañé, la limpié y la perfumé. Os aseguro que así fue.