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Números 22:7 - Biblia Lenguaje Básico

7 Los líderes de Moab y de Madián llevaron el mensaje a Balaán. También le llevaron dinero para que maldijera a los israelitas. Llegaron hasta donde se encontraba Balaán y le entregaron el mensaje del rey Balac.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

7 Fueron los ancianos de Moab y los ancianos de Madián con las dádivas de adivinación en su mano, y llegaron a Balaam y le dijeron las palabras de Balac.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

7 Entonces los mensajeros de Balac y los ancianos de Moab y de Madián, partieron con el dinero para pagarle a Balaam a fin de que maldijera a Israel. Llegaron donde estaba Balaam y le transmitieron el mensaje de Balac.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

7 Los ancianos de Moab partieron pues junto con los de Madián, con las manos llenas de regalos para el adivino, y llegaron a la casa de Balaam. Cuando le transmitieron las palabras de Balac,

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La Biblia Textual 3a Edicion

7 Fueron, pues, los ancianos de Moab y los ancianos de Madián con la paga para el adivino en sus manos,° y llegaron a Balaam, y le hablaron las palabras de Balac.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

7 Se pusieron en camino los ancianos de Moab y de Madián, con la paga para el adivino en sus manos y, llegados a Balaán, le refirieron las palabras de Balac.

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Números 22:7
15 Referans Kwoze  

Sus gobernantes son rebeldes y amigos de bandidos. A cambio de dinero y regalos declaran culpable al inocente. Maltratan al huérfano y niegan ayuda a las viudas.


Sus enemigos, en cambio, son como perros hambrientos que nunca se hartan. Los jefes de mi pueblo, mientras tanto, no acaban de entender nada y cada uno va por su camino buscando siempre su provecho.


Por un puñado de cebada y por unas cuantas migajas de pan, habéis insultado mi nombre delante de mi pueblo. Prometéis larga vida a los que van a morir, y anunciáis muerte a los que deben vivir, haciendo que mi pueblo crea en esas mentiras.


Se mueve de un lado a otro; ¡su filo hiere por todas partes!


Los sacerdotes, profetas y jueces enseñan, predican o juzgan solo a cambio de dinero. Y para colmo se atreven a decir: «No tenemos nada que temer; ¡Dios está con nosotros!».


Y Balaán les dijo: —Quedaos aquí esta noche y mañana os diré lo que Dios quiere que yo haga. Así lo hicieron.


No hay brujería que funcione contra ellos ni conjuros que puedan dañarlos. A su tiempo conocerán lo que Dios va a hacer por ellos.


Al darse cuenta Balaán de que lo que agradaba a Dios es que bendijera a Israel, esta vez ya no acudió a Dios buscando su voluntad, sino que se quedó mirando hacia el desierto.


porque no sirven a Cristo, nuestro Señor, sino que buscan su propio bien. Hablan a la gente con palabras bonitas, pero son unos mentirosos y engañan a los que no entienden.


No permitas que hablen, porque confunden a familias enteras y lo hacen solo para ganar dinero.


Los israelitas dieron muerte también al adivino Balaán, hijo de Beor.


Andan perdidos, pues han abandonado el buen camino para seguir el ejemplo de Balaán, hijo de Beor, que quiso ganar dinero haciendo el mal.


¡Ay de ellos! Se portan como Caín y por el afán de ganar dinero, cometen el mismo error que cometió Balaán y por su comportamiento morirán como murió Coré.


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