Números 13:29 - Biblia Lenguaje Básico29 En el desierto viven los amalecitas; en las montañas viven los hititas, los jebuseos y los amorreos; en cuanto a la costa marítima y a la ribera del Jordán, están ocupadas por los cananeos. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 196029 Amalec habita el Neguev, y el heteo, el jebuseo y el amorreo habitan en el monte, y el cananeo habita junto al mar, y a la ribera del Jordán. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente29 Los amalecitas viven en el Neguev y los hititas, los jebuseos y los amorreos viven en la zona montañosa. Los cananeos viven a lo largo de la costa del mar Mediterráneo y a lo largo del valle del Jordán». Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)29 Los amalecitas viven en el Negueb; los hititas, jebuseos y amorreos viven en la montaña; los cananeos están instalados en la costa del mar y en las riberas del Jordán'. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion29 Los amalecitas habitan en la tierra del Neguev, y el heteo, el jebuseo y el amorreo habitan en la serranía, y el cananeo habita a lo largo del Mar Grande y en la ribera del Jordán.° Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 197529 Los amalecitas ocupan la región del Negueb; los hititas, los jebuseos y los amorreos habitan en la montaña, los cananeos moran junto al mar y en la ribera del Jordán'. Gade chapit la |
La noticia de que Dios había secado las aguas del Jordán llegó hasta los reyes de los amorreos que habitaban al oeste del Jordán, y hasta los reyes de los cananeos que ocupaban la región costera. Cuando se enteraron de que todo el pueblo de Israel había cruzado el río a pie, les entró mucho miedo y no querían enfrentarse a él.
En todo ese tiempo, David y sus hombres salían con frecuencia a atacar a los pueblos de la región, desde Telaím hasta Egipto, pasando por el desierto de Sur. Cuando David atacaba a los pueblos de Guesur, Guézer y Amalec, se llevaba ovejas, vacas, burros, camellos y ropa. Mataba a hombres y mujeres y no dejaba vivo a nadie para que nadie se enterara en Gat de todo lo que hacía. Cuando regresaba, si Aquís le preguntaba: —¿A quién has atacado hoy? Unas veces David le contestaba: —A mis compatriotas que viven al sur de Judá. Otras veces le decía: —He atacado a los que habitan al Sur de Jerajmel. Y otras veces le respondía: —He atacado a los que residen al sur de los quenitas.
Al cabo de tres días David y sus hombres llegaron a Siclag y descubrieron que los amalecitas habían hecho una incursión por el desierto del sur y habían atacado a Siclag incendiándola. No habían matado a nadie, pero se habían llevado como esclavos a mujeres, ancianos y niños. Entre las mujeres, se habían llevado a Ajinoán y a Abigail, las esposas de David. Al ver esto, David y sus hombres se echaron a llorar desconsoladamente y así estuvieron hasta que ya no tuvieron más fuerzas.