Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Números 11:26 - Biblia Lenguaje Básico

26 Había dos hombres del grupo de los setenta, llamados Eldad y Medad, que se habían quedado en el campamento sin acudir a la Tienda. Y aunque estaban allí, el espíritu también vino sobre ellos y empezaron a profetizar en el campamento.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

26 Y habían quedado en el campamento dos varones, llamados el uno Eldad y el otro Medad, sobre los cuales también reposó el espíritu; estaban estos entre los inscritos, pero no habían venido al tabernáculo; y profetizaron en el campamento.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

26 Sin embargo, dos hombres, Eldad y Medad, se habían quedado en el campamento. Ellos estaban incluidos en la lista de los ancianos, pero no se presentaron en el tabernáculo. Aun así, el Espíritu también se posó sobre ellos y profetizaron allí en el campamento.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

26 Dos hombres se habían quedado en el campamento, el primero se llamaba Eldad y el otro, Medad; el espíritu se posó sobre ellos. Pertenecían a los inscritos, pero no habían ido a la Tienda, y profetizaron en el campamento.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

26 Habían quedado en el campamento dos varones, uno de nombre Eldad y el segundo de nombre Medad. El Espíritu reposó también sobre ellos, pues figuraban entre los inscritos, y aunque no habían ido a la Tienda, profetizaron en el campamento.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

26 Se habían quedado en el campamento dos hombres, el uno llamado Eldad y el otro Medad. El espíritu se posó también sobre ellos, porque eran del número de los designados, aunque no habían ido a la tienda, y profetizaron en el campamento.

Gade chapit la Kopi




Números 11:26
11 Referans Kwoze  

El espíritu de Dios dio al profeta Azarías, hijo de Oded, el siguiente mensaje para el rey Asá: —¡Tú, Asá, y vosotros, los de las tribus de Judá y de Benjamín, poned atención! Durante mucho tiempo, Israel ha estado sin adorar al Dios verdadero, y no ha tenido sacerdotes que le enseñasen su ley. Eran tiempos en que nadie tenía paz, pues en todas partes la gente vivía con inseguridad y temor. Había guerras entre los pueblos y entre las ciudades; nadie estaba tranquilo, porque Dios había desencadenado sobre ellos toda clase de angustias y calamidades. Sin embargo, cuando nuestro pueblo se encontraba en esta situación de angustia, si se arrepentía y buscaba a nuestro Dios, él siempre se dejaba encontrar. Por eso ahora os digo: si vosotros os mantenéis fieles a Dios, él siempre estará con vosotros; pero si lo abandonáis, él también os abandonará.


Durante muchos años fuiste paciente con ellos. Tu espíritu y tus profetas les advirtieron del castigo, pero ellos no quisieron escuchar; así que los dejaste caer en manos de naciones enemigas.


Moisés contestó: —¿Y quién soy yo para ir ante el faraón y decirle: «Voy a sacar de aquí a los israelitas»?


Le contesté: —Mira, Dios mío, que yo no sé hablar en público y todavía soy muy joven.


Jeremías le dijo: —Yo no puedo ir al Templo de Dios, porque estoy preso.


Un muchacho fue corriendo y se lo contó a Moisés diciéndole: —Eldad y Medad están profetizando en el campamento.


Y cuando vio a todo el pueblo de Israel en sus tiendas de campaña, el espíritu de Dios se apoderó de él,


Entonces consultaron a Dios si Saúl estaba allí, y Dios respondió que estaba escondido entre el equipaje.


En ese momento el espíritu de Dios vendrá sobre ti y te pondrás a profetizar junto con ellos. A partir de entonces, tu vida cambiará por completo.


Saúl no dijo nada ese día porque pensó: «Tal vez David no vino por no haber cumplido con los ritos para purificarse».


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite