Nehemías 3:1 - Biblia Lenguaje Básico1 Entonces comenzó la reconstrucción. Los sacerdotes, junto con su jefe Eliasib, reconstruyeron la Puerta de las Ovejas, montando las vigas y colocando los portones. Luego reconstruyeron la muralla hasta la Torre de los Cien y la Torre de Jananel. A continuación, bendijeron todo lo hecho. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 19601 Entonces se levantó el sumo sacerdote Eliasib con sus hermanos los sacerdotes, y edificaron la puerta de las Ovejas. Ellos arreglaron y levantaron sus puertas hasta la torre de Hamea, y edificaron hasta la torre de Hananeel. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente1 Entonces Eliasib, el sumo sacerdote, y los demás sacerdotes comenzaron a reconstruir la puerta de las Ovejas. La dedicaron y colocaron las puertas, levantaron la muralla hasta llegar a la torre de los Cien, la cual también dedicaron, y hasta la torre de Hananeel. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)1 El sumo sacerdote Eliasib se puso a trabajar junto con sus hermanos y reconstruyeron la Puerta de las Ovejas. Instalaron el marco, pusieron las dos puertas y siguieron hasta la Torre de los Cien y hasta la Torre de Jananeel. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion1 Entonces el sumo sacerdote Eliasib se levantó con sus hermanos los sacerdotes, y reedificaron la puerta de las Ovejas. Ellos mismos consagraron y levantaron las puertas, desde la torre Hamea hasta la torre Hanan-’El. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 19751 El sumo sacerdote Eliasib y sus hermanos los sacerdotes se pusieron a reconstruir la puerta de las Ovejas. Ellos mismos hicieron el armazón y colocaron las hojas. Siguieron la reconstrucción hasta la torre de Ciento y hasta la torre de Jananel. Gade chapit la |
Tiempo atrás, el sacerdote Eliasib era el jefe de los almacenes del Templo de nuestro Dios. Como Tobías el amonita era pariente suyo, Eliasib le había dado permiso para vivir en una habitación grande donde antes se guardaban las ofrendas de cereales, el incienso, los utensilios y los diezmos de trigo, vino y aceite, que es lo que corresponde a los sacerdotes y a los levitas, a los cantores y a los porteros.
De norte a sur, todo el país se volverá una llanura. Solo la ciudad de Jerusalén permanecerá en su monte y toda ella estará habitada, desde la Puerta de Benjamín hasta la Puerta de la Esquina; desde la torre de Jananel hasta las bodegas del rey. Sus habitantes vivirán tranquilos, porque nadie volverá a destruirla.