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Mateo 7:14 - Biblia Lenguaje Básico

14 En cambio, la puerta que lleva a la vida es muy estrecha y el camino es muy difícil de recorrer. Por eso, son pocos los que la encuentran. Entrad por la puerta estrecha, porque ella nos lleva a la vida.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

14 porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

14 Sin embargo, la puerta de acceso a la vida es muy angosta y el camino es difícil, y son solo unos pocos los que alguna vez lo encuentran.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

14 Pero ¡qué angosta es la puerta y qué escabroso el camino que conduce a la salvación! y qué pocos son los que lo encuentran.

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La Biblia Textual 3a Edicion

14 ¡Cuán° estrecha es la puerta, y angosto el camino que conduce a la vida! Pocos son los que la hallan.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

14 y es estrecha la puerta y angosto el camino que lleva a la vida, y son pocos los que dan con ella.

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Mateo 7:14
27 Referans Kwoze  

Tú me enseñas el camino que lleva a la vida. ¡En tu presencia soy muy feliz! ¡A tu lado soy siempre dichoso!


Si dejáis de serle fieles, oiréis una voz que os dirá: «No os comportéis así, seguid más bien mis caminos».


y en pleno desierto habrá un sendero al que llamarán «Camino Sagrado». No pasarán por ese camino ni los impuros ni los necios;


¡Abrid paso, abrid paso, y preparad un camino llano para que pase mi pueblo!


También os dije que os paraseis en los cruces de caminos y preguntarais por el camino a seguir. Porque solo siguiendo el buen camino podréis hallar descanso. ¡Pero os habéis negado a seguirlo!


Jesús terminó diciendo: «Así, los que ahora son los primeros, serán los últimos; y los que ahora son los últimos, serán los primeros».


Lo mismo pasa en el reino de Dios: son muchos los invitados a participar en él, pero son muy pocos aquellos a los que Dios acepta.


La puerta que lleva a la perdición es ancha y el camino se recorre sin esfuerzo. ¡Mucha gente entra por esa puerta!


¡Cuidado con esos mentirosos que dicen hablar de parte de Dios! Ellos se presentarán ante vosotros tan inofensivos como ovejas, pero en realidad son tan peligrosos como lobos feroces.


Después, Jesús llamó a sus discípulos y a la gente, y les dijo: —Si queréis ser mis discípulos, os tenéis que olvidar de hacer vuestra propia voluntad. Tenéis que estar dispuestos a cargar con vuestra propia cruz y a hacer lo que yo os diga.


¡No tengáis miedo, mi pequeño rebaño! Dios, vuestro Padre, quiere daros su reino.


Seréis expulsados de las sinagogas y llegará el día en que cualquiera que os mate creerá que está dando culto a Dios.


Os digo estas cosas para que estéis unidos a mí y así seáis felices de verdad. En este mundo tendréis que sufrir, pero tened valor porque yo he vencido a los poderes de este mundo.


Allí dieron ánimos a los que habían creído en Jesús y les recomendaron que siguieran firmes en la fe. Les decían: —Debemos sufrir mucho antes de entrar en el reino de Dios.


Y no viváis ya como vive la gente del mundo. Al contrario, cambiad de manera de ser y de pensar. Así podréis saber qué es lo que Dios quiere, es decir, todo lo que es bueno, agradable y perfecto.


¿Y por qué no fueron aceptados? Porque querían que Dios los aceptara por lo que hacían, y no por creer solo en él. Por eso Cristo fue para ellos como una piedra en la que tropezaron.


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