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Mateo 5:6 - Biblia Lenguaje Básico

6 Felices los que desean que se cumpla la voluntad de Dios porque él atenderá su deseo.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Dios bendice a los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Felices los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados.

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed° de justicia, porque ellos serán saciados.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados.

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Mateo 5:6
29 Referans Kwoze  

Dios calmó la sed de los sedientos, y llenó de bienes a los hambrientos.


Tú atiendes los deseos de los que te honran; les das lo que te piden y los pones a salvo.


Pero yo he sido inocente y por eso contemplaré tu rostro; cuando despierte y me vea en tu presencia, me llenaré de alegría.


¡Mientras viva te alabaré! ¡Alzaré mis manos para alabarte!


Dios del universo, ¡qué bello es tu Templo!


Lo que más teme el malvado es precisamente lo que le sucede; en cambio, al que es honrado, se le cumplen sus deseos.


Busca la justicia y el amor, y encontrarás vida, justicia y honor.


Ya estoy dentro de mi jardín, hermana y novia mía; y encuentro en él bálsamo y mirra. Allí pruebo la miel de mi panal, y bebo mi vino y mi leche. ¡Comed y bebed amigos! ¡Quedad saciados de amor!


El Dios todopoderoso prepara en Jerusalén un banquete para todas las naciones. Allí hay ricos manjares, comidas deliciosas, y los mejores vinos.


Cuando los pobres tengan sed, y con la lengua reseca busquen agua y no la encuentren, yo vendré a rescatarlos y no los abandonaré. Yo soy el Dios de Israel.


Yo haré que corra agua en el desierto y que broten arroyos en tierras secas. A tus descendientes les daré mi espíritu y derramaré sobre ellos mi bendición.


Por eso esto es lo que os digo: Mis fieles seguidores tendrán comida, pero vosotros pasaréis hambre; mis seguidores tendrán agua para beber, pero vosotros moriréis de sed; mis seguidores se alegrarán, pero vosotros quedaréis avergonzados.


Pues Jerusalén, como una madre, os va a dar un alimento delicioso y os va a confortar con su consuelo.


A los que tengan hambre les daré de comer y a los que tengan sed les daré de beber.


Llena de cosas buenas a los hambrientos, pero despide a los ricos con las manos vacías.


Felices vosotros los que ahora pasáis hambre, porque él hará que tengáis suficiente comida. Felices vosotros, los que ahora estáis tristes, porque él os llenará de alegría.


¡Qué mal vais a acabar, los que ahora tenéis comida abundante, porque pasaréis hambre! ¡Qué mal vais a acabar, los que ahora reís, porque un día lloraréis y estaréis tristes!


pero el que beba del agua que yo doy nunca más tendrá sed. Porque esa agua es como un manantial del que brota vida eterna.


Deberíais preocuparos no tanto por la comida que se acaba, sino por la que dura y da vida eterna. Esa es la comida que yo, el Hijo del hombre, os daré, porque Dios que es mi Padre os ha mostrado que yo tengo autoridad.


El último día de la fiesta de las Enramadas era el más importante. Ese día, Jesús se puso en pie y proclamó con voz potente: —El que tenga sed, que venga a mí y beba.


Ya no tendrán hambre ni sed, ni los quemará el sol, ni los molestará el calor.


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