Supongamos que un hombre se divorcia, y que luego la que era su mujer se casa con otro hombre; ¿tú crees que el primer marido volvería a casarse con esa mujer? ¡Claro que no, pues sería como una tierra deshonrada! Entonces, ¿cómo es que quieres volver conmigo habiendo adorado a tantos dioses? Soy yo, Dios, quien lo asegura.
Los fariseos le preguntaron: —Entonces, ¿por qué Moisés nos dejó una ley, que dice que el hombre puede separarse de su mujer dándole un certificado de divorcio?