13 Pero no volvió a su casa de Nazaret, sino que se fue a vivir a Cafarnaún. Este pueblo se encuentra a orillas del lago de Galilea. Allí vivieron las tribus israelitas de Zabulón y de Neftalí.
Habitantes de Cafarnaún, ¿creéis que vais a ser elevados hasta el cielo? Pues no, os digo que vais a ser arrojados a lo más profundo del infierno. Si los milagros ocurridos entre vosotros se hubieran hecho entre los habitantes de la ciudad de Sodoma, ellos habrían cambiado su manera de vivir y la ciudad aún existiría.
Cuando Jesús y sus discípulos llegaron a la ciudad de Cafarnaún, los que cobraban el impuesto para el Templo fueron a preguntarle a Pedro: —¿Paga tu maestro el impuesto para el Templo?
«Escucha, tierra de Zabulón, que estás en el camino del gran mar; escucha, tierra de Neftalí, que estás al oeste del río Jordán; escucha tú, Galilea, tierra de extranjeros.
Jesús les dijo: —Sin duda me recordaréis este dicho: «¡Médico, primero cúrate a ti mismo!». Vosotros conocéis todo lo que he hecho en Cafarnaún, y por eso ahora me pedís que haga aquí lo mismo.
Más tarde, Jesús fue de nuevo a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. En ese pueblo había un oficial importante del rey Herodes Antipas. Ese oficial tenía un hijo enfermo en el pueblo de Cafarnaún.
Pero al ver la gente que ni Jesús ni sus discípulos venían en esas barcas, decidieron ir a buscarlo. Entonces subieron a las barcas y cruzaron el lago en dirección a Cafarnaún.