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Mateo 3:9 - Biblia Lenguaje Básico

9 No penséis que os salvaréis solo por ser descendientes de Abrahán. Si Dios así lo quiere, hasta a estas piedras puede convertirlas en descendientes de Abrahán.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

9 y no penséis decir dentro de vosotros mismos: A Abraham tenemos por padre; porque yo os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham aun de estas piedras.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 No se digan simplemente el uno al otro: “Estamos a salvo porque somos descendientes de Abraham”. Eso no significa nada, porque les digo que Dios puede crear hijos de Abraham de estas piedras.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Yo les aseguro que Dios es capaz de sacar hijos de Abrahán aun de estas piedras.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 y no digáis entre vosotros: A Abraham tenemos por padre,° porque os digo que Dios puede levantar hijos a Abraham de estas piedras.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 y no os hacéis ilusiones pensando en vuestro interior: 'Tenemos por padre a Abrahán'! Porque os aseguro que poderoso es Dios para sacar de estas piedras hijos de Abrahán.

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Mateo 3:9
22 Referans Kwoze  

—Israel es un país en ruinas. Sin embargo, hay israelitas que se consuelan diciendo: «Si Abrahán, que era uno solo, pudo tomar posesión de este país, con mayor razón se nos dará en posesión a nosotros que somos muchos».


Porque es del interior de las personas de donde proceden los deseos de hacer el mal o practicar cosas indecentes, y también de robar, matar a otros, ser infiel en el matrimonio, vivir solo pensando en cómo hacerse rico, hacer maldades, engañar, ser envidioso, insultar y maldecir a otros, ser necio y orgulloso.


Era tanto lo que se había recogido, que el rico no sabía dónde guardar la cosecha.


Entonces el rico llamó a gritos a Abrahán y le dijo: «¡Padre Abrahán, compadécete de mí! Manda a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y me refresque la lengua. Sufro muchísimo con este fuego».


Jesús les contestó: —Os aseguro que si ellos se callan, gritarán las piedras.


Mostrad con vuestra conducta que realmente habéis dejado de pecar. No penséis que solo por ser descendientes de Abrahán os vais a salvar. Si Dios así lo quiere, hasta estas piedras las puede convertir en descendientes de Abrahán.


Jesús se dio cuenta de lo que estaban pensando, y les preguntó: —¿Por qué tenéis esos pensamientos?


Al ver esto, Simón pensó: «Si de verdad este hombre fuera profeta, sabría que lo está tocando una mujer de mala fama».


Ellos le contestaron: —Nosotros somos descendientes de Abrahán y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Por qué dices que seremos libres?


Ya sé que sois descendientes de Abrahán, pero queréis matarme porque no aceptáis mis enseñanzas.


¿Acaso te crees más importante que nuestro padre Abrahán? Él y los profetas murieron. ¿Quién crees que eres tú?


Poned atención, hermanos israelitas descendientes de Abrahán. Y también vosotros, los que rendís culto a Dios aunque no seáis israelitas. Este mensaje de salvación se nos ha confiado a nosotros.


Simón Pedro nos ha contado cómo Dios, desde un principio, eligió a los que no son judíos para que también ellos formaran parte de su pueblo.


Pensemos en lo que le pasó a Abrahán, nuestro antepasado.


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