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Mateo 25:1 - Biblia Lenguaje Básico

1 En el reino de Dios pasará lo mismo que sucedió en una boda. Diez muchachas tomaron sus lámparas de aceite y salieron a recibir al novio.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

1 Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al esposo.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

1 »Entonces, el reino del cielo será como diez damas de honor que tomaron sus lámparas y salieron para encontrarse con el novio.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

1 Escuchen, pues, lo que pasará entonces en el Reino de los Cielos. Diez jóvenes salieron con sus lámparas para salir al encuentro del novio.

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La Biblia Textual 3a Edicion

1 Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes,° que tomando sus lámparas, salieron al encuentro del esposo.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

1 El reino de los cielos será entonces semejante a diez vírgenes, que tomaron sus lámparas y salieron al encuentro del novio.

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Mateo 25:1
43 Referans Kwoze  

Entra radiante la princesa, sus finos vestidos de oro resaltan su hermosura.


el aroma de tus perfumes es una delicia para mí, eres penetrante perfume y por eso te aman las mujeres.


Hay dulzura en sus labios; ¡es un hombre encantador! ¡Así es mi amado, muchachas de Jerusalén! ¡Así es mi amado!


Muchachas de Jerusalén, si encontráis a mi amado, decidle, por favor, ¡que estoy muriendo de amor!


Dios, que es tu creador, te tomará por esposa. El Dios Santo de Israel es tu salvador; es el Dios todopoderoso y reina en toda la tierra.


Sin embargo, en esos días el Dios del cielo enviará a un rey que reinará para siempre y al que nadie podrá vencer. Será él quien reinará para siempre destruyendo a los otros reinos.


Jesús les contó otra parábola: —En el reino de Dios sucede lo mismo que le pasó a uno que sembró en su campo semillas muy buenas de trigo.


Jesús también les contó esta otra parábola: —Con el reino de Dios pasa algo parecido a lo que sucede con la semilla de mostaza que un hombre siembra en su campo.


El campo es el mundo, y las buenas semillas de trigo son todos los que pertenecen al reino de Dios. Las semillas de cizaña son los que pertenecen al diablo,


El reino de Dios se parece a una red de pescar. Los pescadores echan la red al mar y en ella recogen toda clase de peces.


En el reino de Dios sucede algo parecido a lo que pasó en una viña. El dueño salió muy de mañana a contratar hombres para trabajar en ella.


—Con el reino de Dios pasa lo mismo que con un rey que hizo una fiesta para celebrar la boda de su hijo.


Las muchachas se levantaron y comenzaron a preparar sus lámparas.


—Convertíos a Dios, porque el reino de los cielos ya está cerca.


De la misma manera, vuestra conducta debe ser como una luz que ilumine y, al ver las cosas buenas que hacéis, los demás alaben a Dios, vuestro Padre que está en el cielo.


Jesús les respondió: —Los invitados a una boda no están tristes mientras el novio está con ellos. Pero llegará el momento en que se lleven al novio. Entonces los invitados estarán de luto y ayunarán.


Llegó, pues, Judas al huerto con una tropa de soldados romanos. Los acompañaban también unos cuantos guardias del Templo puestos a su disposición por los jefes de los sacerdotes y por los fariseos. Todos iban bien armados y llevaban faroles y antorchas.


En una boda, el que realmente se casa es el novio, y el mejor amigo, el que está a su lado, se llena de alegría con solo escuchar su voz. Por eso mi alegría es ahora completa.


Os felicito, porque siempre os acordáis de mí y obedecéis mis enseñanzas.


Os quiero tanto que solo deseo que seáis siempre fieles a Cristo, es decir, que seáis como una novia ya comprometida para casarse, que le es fiel a su novio y se mantiene pura para él.


Sé que Dios es un juez justo y que, cuando juzgue a todos, me dará una corona como premio a mi obediencia. Y no solo a mí me la dará, sino también a todos los que esperan con ansias su regreso.


Así debemos vivir, mientras llega ese día feliz y maravilloso que todos esperamos, cuando regrese nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.


Estos son los que no adoraron a dioses falsos ni fueron infieles a Dios. Estos son los que siguen al Cordero por dondequiera que va y han sido salvados para ser el primer fruto ofrecido a Dios y al Cordero.


Estemos alegres, llenos de gozo y alabémosle, porque ha llegado el día de la boda del Cordero. Ya está lista su esposa.


Vi también que la ciudad santa, la nueva Jerusalén, bajaba del cielo, de la presencia de Dios. La ciudad parecía una novia vestida para su boda, lista para encontrarse con su novio.


Después vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas con las últimas calamidades y me dijo: —Acércate; voy a mostrarte a la novia, la esposa del Cordero.


Del trono salían relámpagos, estruendos y truenos, y delante del trono ardían siete antorchas, que son los siete espíritus de Dios.


Cuando el tercer ángel tocó la trompeta, una gran estrella, que ardía como una antorcha, cayó del cielo sobre la tercera parte de los ríos y de los manantiales.


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