Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Mateo 23:34 - Biblia Lenguaje Básico

34 Os enviaré profetas, sabios y maestros, pero a algunos los mataréis o los crucificaréis; a otros los golpearéis en las sinagogas, y a otros los perseguiréis por todas las ciudades.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

34 Por tanto, he aquí yo os envío profetas y sabios y escribas; y de ellos, a unos mataréis y crucificaréis, y a otros azotaréis en vuestras sinagogas, y perseguiréis de ciudad en ciudad;

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

34 »Por lo tanto, les envío profetas, hombres sabios y maestros de la ley religiosa. A algunos los matarán crucificándolos, y a otros los azotarán con látigos en las sinagogas y los perseguirán de ciudad en ciudad.

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

34 Desde ahora les voy a enviar profetas, sabios y maestros, pero ustedes los degollarán y crucificarán, y a otros los azotarán en las sinagogas o los perseguirán de una ciudad a otra.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

34 Por tanto, he aquí Yo os envío profetas y sabios y escribas. De entre ellos mataréis y crucificaréis, y de entre ellos azotaréis en vuestras sinagogas y perseguiréis de ciudad en ciudad,

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

34 Mirad, os voy a enviar profetas y sabios y escribas: a unos los mataréis y crucificaréis y a otros los azotaréis en vuestras sinagogas y los perseguiréis de ciudad en ciudad,

Gade chapit la Kopi




Mateo 23:34
36 Referans Kwoze  

Por eso Dios dijo por medio de sus siervos los profetas:


El rey Joás se olvidó de la lealtad que le había tenido siempre Joyadá, el padre de Zacarías, y cuando los enemigos de este quisieron deshacerse de él, el propio rey dio la orden de que lo mataran a pedradas en el patio del Templo de Dios. Cuando Zacarías estaba a punto de morir, dijo: —¡Que Dios sea testigo y os castigue por hacerme esto!


El premio de los buenos es la vida misma; el de los sabios es el aprecio de la gente.


al contrario, mandó que metieran en la cárcel tanto al profeta Jeremías como al secretario Baruc. Enseguida Jerajmeel, hijo del rey, Seraías, hijo de Azriel, y Selemías, hijo de Abdeel, salieron a buscar a Jeremías y a Baruc, pero Dios no permitió que los encontraran.


Cuando la gente de un pueblo os persiga, huid a otro pueblo. Os aseguro que yo, el Hijo del hombre, regresaré con todo el poder de Dios, antes de que terminéis de recorrer todos los pueblos de Israel.


Jesús les dijo: —Todo maestro de la Ley que se hace discípulo del reino de Dios, se parece al amo de casa que de su despensa saca cosas nuevas y cosas viejas.


Pero, en realidad, demostráis ser iguales a ellos.


y también que en su nombre se proclamaría en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén, un mensaje de conversión para que Dios les perdone sus pecados.


Seréis expulsados de las sinagogas y llegará el día en que cualquiera que os mate creerá que está dando culto a Dios.


Jesús los saludó de nuevo diciendo: —¡Que la paz esté con vosotros! Luego añadió: —Como mi Padre me envió, así también yo os envío a vosotros.


Pero quiero que sepáis que el Espíritu Santo vendrá sobre vosotros, y que recibiréis poder para hablar de mí en Jerusalén, en todo el territorio de Judea y de Samaría, y hasta en los lugares más lejanos del mundo.


En ese tiempo, unos hermanos de Jerusalén que tenían la capacidad de profetizar llegaron a Antioquía.


Mandó que mataran a Santiago, el hermano de Juan,


En la iglesia de Antioquía estaban Bernabé, Simeón «el Negro», Lucio, natural de Cirene, Manaén y Saulo. Manaén se había criado junto con el rey Herodes Antipas. Todos ellos eran profetas y maestros.


Pero entonces llegaron unos judíos de Iconio y de Antioquía de Pisidia, y convencieron a la gente para que se pusiera en contra de Pablo. Entonces apedrearon a Pablo y, pensando que estaba muerto, lo arrastraron fuera de la ciudad.


Además, como Judas y Silas tenían la capacidad de poder hablar de parte de Dios, conversaron detenidamente con los hermanos creyentes tranquilizándolos y animándolos mucho.


Enseguida mandaron traer a los apóstoles y ordenaron que los azotaran. Y después de prohibirles hablar de Jesús, los dejaron en libertad.


Sin embargo, cuando nos dirigimos a los que ya entienden mejor el mensaje de Dios, hablamos con sabiduría. Pero no empleamos la sabiduría que emplean la gente y los gobernantes de este mundo cuyo poder está condenado a desaparecer.


Dios, por su bondad, me permitió actuar como si yo fuera el arquitecto de ese edificio. Y, como buen arquitecto, puse una base firme: os di la buena noticia de Jesucristo. Luego, otros construyeron sobre esa base. Pero cada uno debe estar atento a cómo construye;


Nosotros anunciamos a Cristo y con toda sabiduría aconsejamos y enseñamos a todos, de manera que lleguen a ser perfectos como Cristo.


A nosotros no nos dejan anunciar el mensaje de salvación a los que no son judíos, añadiendo así más pecados a los que ya han cometido. Pero al final Dios los castigará terriblemente.


A otros los mataron a pedradas, los partieron en dos con una sierra, o los mataron con espada. Algunos fueron de un lugar a otro con ropas hechas de piel de oveja o de cabra. Eran pobres, estaban tristes, y habían sido maltratados.


Todo el mundo se alegrará de verlos muertos y se mandarán regalos unos a otros para celebrar su muerte, porque esos dos profetas eran un terrible sufrimiento para aquella gente.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite