Mateo 23:13 - Biblia Lenguaje Básico13 Jesús dijo a los fariseos y a los maestros de la Ley: —¡Qué mal vais a acabar hipócritas! Porque cerráis la puerta del reino de Dios a los demás. Y ni entráis vosotros ni dejáis que entren otros. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 196013 Mas ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres; pues ni entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que están entrando. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente13 »¡Qué aflicción les espera, maestros de la ley religiosa y fariseos! ¡Hipócritas! Pues le cierran la puerta del reino del cielo en la cara a la gente. Ustedes no entrarán ni tampoco dejan que los demás entren. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)13 Por lo tanto, ¡ay de ustedes, maestros de la Ley y fariseos, que son unos hipócritas! Ustedes cierran a la gente el Reino de los Cielos. No entran ustedes, ni dejan entrar a los que querrían hacerlo. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion13 Pero, ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! que cerráis el reino de los cielos delante de los hombres, porque no entráis vosotros, ni dejáis entrar a los que tratan de entrar. Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 197513-14 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que cerráis a los hombres el reino de los cielos! Pues ni vosotros entráis ni a los que están entrando les dejáis entrar. Gade chapit la |
¡Qué mal vais a acabar hipócritas, maestros de la Ley y fariseos! Os preocupáis de dar como ofrenda la décima parte de la menta, del anís y del comino que cosecháis en vuestros campos. Pero no obedecéis las enseñanzas más importantes de la ley que consiste en ser justos con los demás, tratarlos con amor y tener fe en Dios. Hay que hacer esas tres cosas, sin dejar de cumplir las demás obligaciones.
Saulo vio cómo mataban a Esteban y le pareció muy bien. Más tarde, unos hombres piadosos recogieron el cuerpo de Esteban, lo enterraron, y durante varios días lloraron su muerte. A partir de ese día, mucha gente comenzó a perseguir a los seguidores de Jesús que vivían en Jerusalén. Así que todos tuvieron que separarse y huir a otras regiones de Judea y de Samaría. Solamente los apóstoles se quedaron en Jerusalén.
Esa clase de gente es enemiga de que se dé a conocer el verdadero mensaje de Dios. Tienen la mente corrompida y no son de fiar en lo que se refiere a la fe. Pero no podrán seguir así por mucho tiempo pues todos se darán cuenta de que esa gente es estúpida, como lo eran Janés y Jambrés, los magos que en Egipto se oponían a Moisés.