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Mateo 19:9 - Biblia Lenguaje Básico

9 Y yo os digo que, si vuestra mujer no ha cometido ningún pecado sexual, no debéis divorciaros de ella ni casaros con otra mujer. Porque si lo hacéis, seréis culpables de infidelidad en el matrimonio.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

9 Y yo os digo que cualquiera que repudia a su mujer, salvo por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera; y el que se casa con la repudiada, adultera.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

9 Y les digo lo siguiente: el que se divorcia de su esposa y se casa con otra comete adulterio, a menos que la esposa le haya sido infiel.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

9 Yo les digo: el que se divorcia de su mujer, fuera del caso de infidelidad, y se casa con otra, comete adulterio.

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La Biblia Textual 3a Edicion

9 Y os digo que cualquiera que repudia a su mujer, a no ser por causa de fornicación, y se casa con otra, adultera.°

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

9 Por eso yo os digo: el que despide a su mujer -no en caso de fornicación- y se casa con otra, comete adulterio'.

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Mateo 19:9
18 Referans Kwoze  

Una noche, Dios se le apareció en un sueño a Abimélec, y le dijo: —Vas a morir, pues has tomado por mujer a la esposa de otro hombre.


Por si fuera poco, Jorán construyó santuarios en las colinas de Judá para que la gente de Jerusalén adorara a dioses falsos. Jorán hizo que todo el pueblo de Judá se alejara de Dios.


Supongamos que un hombre se divorcia, y que luego la que era su mujer se casa con otro hombre; ¿tú crees que el primer marido volvería a casarse con esa mujer? ¡Claro que no, pues sería como una tierra deshonrada! Entonces, ¿cómo es que quieres volver conmigo habiendo adorado a tantos dioses? Soy yo, Dios, quien lo asegura.


Aunque supo que yo rechacé a Israel por todas sus infidelidades, Judá no sintió miedo y también ella me fue infiel dando culto a otros dioses.


Pero esta ciudad se sintió orgullosa de sí misma. Llegó a confiar solo en su belleza y en su fama, y acabó como cualquier otra ciudad despreciable, pues adoró a todos los ídolos que encontró.


Luego adoraron a los dioses de Babilonia, ¡y ni así quedaron satisfechos!


Tiempo después volví a pasar y vi que la ciudad ya había crecido bastante. Era como una jovencita convertida en mujer lista para casarse. La puse entonces bajo mi cuidado y me comprometí a amarla para siempre, como si ella fuera mi mujer y yo su marido. La bañé, la limpié y la perfumé. Os aseguro que así fue.


Los discípulos le dijeron a Jesús: —Si eso pasa entre marido y mujer, lo mejor será no casarse.


Jesús les respondió: —Moisés os permitió el divorcio por vuestra incapacidad para entender los planes de Dios. Pero Dios, desde un principio, nunca ha querido que el hombre se separe de su mujer.


Pero ahora yo os digo, que si un hombre se divorcia de su mujer, excepto si esta le es infiel con otro hombre, la pone en peligro de cometer adulterio; y el que se casa con la mujer divorciada también comete adulterio.


Si un hombre se divorcia de su esposa y se casa con otra mujer, comete pecado. Y si un hombre soltero se casa con una mujer divorciada, también comete el mismo pecado. Jesús también dijo:


De todo el mundo es conocido que uno de vosotros está viviendo con su madrastra como si viviera con su esposa. ¡Eso está muy mal! ¡Ni siquiera los que no son cristianos hacen algo así!


La casada está unida a su marido mientras el marido vive. Pero si el marido muere, ella queda en libertad de casarse con cualquier hombre, con tal que lo haga con un creyente.


Ni él ni ella son dueños de su propio cuerpo, sino que son el uno para el otro.


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