Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Mateo 17:5 - Biblia Lenguaje Básico

5 Mientras Pedro hablaba, una nube brillante bajó del cielo y los cubrió. Desde la nube se oyó una voz que decía: —Este es mi Hijo, yo lo amo mucho y estoy muy contento con él. Debéis escuchar lo que dice.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

5 Mientras él aún hablaba, una nube de luz los cubrió; y he aquí una voz desde la nube, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia; a él oíd.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

5 No había terminado de hablar cuando una nube brillante los cubrió, y desde la nube una voz dijo: «Este es mi Hijo muy amado, quien me da gran gozo. Escúchenlo a él».

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Estaba Pedro todavía hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y una voz que salía de la nube dijo: '¡Este es mi Hijo, el Amado; éste es mi Elegido, escúchenlo!'

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

5 Estando él aún hablando, he aquí una nube° de luz los cubrió, y de la nube salió° una voz, diciendo: Éste es mi Hijo amado, en quien me he complacido;° a Él oíd.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Todavía estaba él hablando cuando una nube luminosa los envolvió y de la nube salió una voz que decía: 'Éste es mi Hijo amado, en quien me he complacido; escuchadle'.

Gade chapit la Kopi




Mateo 17:5
38 Referans Kwoze  

Dios respondió así a Job desde la tormenta:


«Te he quitado de los hombros la carga que llevabas; ya no tendrás que soportar un trabajo tan duro.


El toque de trompeta se oía cada vez más fuerte. Y mientras Moisés hablaba con Dios, él le contestaba con la voz del trueno.


¡Mirad a mi siervo, a quien doy mi apoyo, mi elegido en quien me complazco. He puesto en él mi espíritu, y hará justicia entre las naciones.


Dios es un Dios que salva, y quiso que su enseñanza fuera maravillosa.


«Aquí está mi siervo a quien yo he elegido. Lo amo mucho, y estoy muy contento con él. Yo le daré mi Espíritu, y llevará mi enseñanza a todas las naciones.


Al oír esto, los discípulos se inclinaron hasta tocar el suelo con su frente, y no se atrevían a mirar, porque tenían mucho miedo.


Y una voz que venía del cielo dijo: —Este es mi Hijo amado y estoy muy contento con él.


En ese momento, una voz que venía del cielo dijo: —Tú eres mi Hijo amado y estoy muy contento contigo.


De pronto bajó una nube y los cubrió. Desde la nube se oyó una voz que decía: —Este es mi Hijo a quien yo amo mucho. Debéis escuchar lo que dice.


y el Espíritu Santo bajó sobre él en forma de paloma. Luego se oyó una voz que desde el cielo decía: —Tú eres mi Hijo amado y estoy muy contento contigo.


Dios amó tanto al mundo, que entregó a su único Hijo, para que todo el que crea en él no muera, sino que tenga vida eterna.


El Padre, ama al Hijo, y le ha dado poder sobre todo el universo.


Mi Padre me ha enviado, y él también da testimonio en mi favor. Lo que pasa es que vosotros nunca habéis oído su voz, ni lo habéis visto cara a cara.


Después de esto, los apóstoles vieron cómo Jesús se elevaba al cielo, hasta que una nube lo ocultó y ya no volvieron a verlo.


Y fue también Moisés quien anunció a los israelitas: «Así como Dios me eligió a mí, también elegirá para vosotros un profeta como yo».


Dios hizo todo eso para que lo alabemos por su inmensa grandeza y por la gracia que derramó sobre nosotros por medio de su amado Hijo.


Vuestro Dios escogerá de entre vosotros a un hombre, que será profeta como yo y al que deberéis escuchar.


Si alguno no cumple esas órdenes, Dios le castigará.


Estos fueron los mandamientos que Dios os comunicó en voz alta cuando estabais al pie del monte. Su voz salía desde las llamas de fuego y desde una nube muy espesa. Dios escribió los mandamientos en dos tablas de piedra y me los entregó, sin añadir nada más.


Dios nos rescató de la oscuridad en que vivíamos y nos llevó al reino de su amado Hijo,


Así, una vez que Cristo hizo todo lo que Dios le mandó, se convirtió en el salvador que da vida eterna a todos los que le obedecen.


¡Mirad! ¡Cristo viene entre las nubes! Todos lo verán venir, incluso los que lo mataron; y todos los habitantes del mundo llorarán por él. Así sucederá. Amén.


Volví a mirar y vi una nube blanca sobre la que estaba sentado alguien que parecía un hijo de hombre. Tenía una corona de oro en la cabeza y en la mano llevaba una hoz afilada.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite