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Mateo 16:17 - Biblia Lenguaje Básico

17 Jesús le dijo: —¡Dichoso tú, Pedro, hijo de Jonás! Porque no sabes esto por tu propia cuenta, sino que te lo ha revelado mi Padre que está en el cielo.

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Biblia Reina Valera 1960

17 Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

17 Jesús respondió: —Bendito eres, Simón hijo de Juan, porque mi Padre que está en el cielo te lo ha revelado. No lo aprendiste de ningún ser humano.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

17 Jesús le replicó: 'Feliz eres, Simón Barjona, porque esto no te lo ha revelado la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los Cielos.

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La Biblia Textual 3a Edicion

17 Respondió Jesús y le dijo: Bienaventurado eres Simón bar Jonás,° porque no te lo reveló carne ni sangre,° sino mi Padre que está en los cielos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

17 Jesús le respondió: 'Bienaventurado eres tú, Simón, hijo de Jonás; porque ni la carne ni la sangre te lo ha revelado, sino mi Padre que está en los cielos.

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Mateo 16:17
25 Referans Kwoze  

Yo instruiré a tus habitantes, y todos vivirán en paz.


Pero yo he pedido a Dios que te ayude, para que sigas creyendo y, una vez se fortalezca tu fe, tú des firmeza a la fe de tus compañeros.


Entonces Andrés llevó a Simón donde estaba Jesús. Cuando Jesús vio a Simón, le dijo: —Tú eres Simón, hijo de Juan, pero desde ahora te llamarás Cefas, es decir, Pedro.


En uno de los libros de los profetas se dice: «Dios os enseñará a todos». Por eso, todos los que escuchan a mi Padre y aprenden de él, creen en mí.


Hermanos míos, lo que es de carne y sangre no tiene cabida en el reino de Dios; lo que es corruptible no tiene cabida en lo incorruptible.


Habéis sido salvados gratuitamente por haber creído en Dios. Ninguno de vosotros se ganó la salvación, sino que Dios os la regaló.


Se trata de un plan que no se dio a conocer a los que vivieron antes que nosotros; pero ahora, por medio de su Espíritu, Dios se lo ha mostrado a sus santos apóstoles y profetas.


Porque no luchamos contra gente de carne y hueso como nosotros, sino contra espíritus malvados e invisibles que imponen su autoridad, poder y dominio en un mundo tenebroso.


Nosotros somos seres de carne y hueso. Por eso Jesús se hizo igual a nosotros. Solo así podía morir para vencer al diablo, que tenía poder para matar a hombres y mujeres.


Quiero darles un consejo a los líderes de la Iglesia. Yo también soy líder como ellos y soy testigo de cómo sufrió Cristo. Además, cuando Cristo regrese de nuevo y muestre su gloria, yo también disfrutaré de esa gloria. Este es mi consejo:


Si alguien reconoce que Jesucristo es el Hijo de Dios, queda íntimamente unido a Dios, y Dios a él.


Y también sabemos que el Hijo de Dios ha venido y que nos ha dado inteligencia para conocer al Dios verdadero. Nosotros vivimos unidos a su Hijo Jesucristo que es el Dios verdadero y la vida eterna.


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