Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt
- Piblisite -





Lucas 5:24 - Biblia Lenguaje Básico

24 Pues voy a demostraros que yo, el Hijo del hombre, tengo autoridad aquí en la tierra para perdonar pecados. Entonces le dijo al paralítico: —Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

24 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho, y vete a tu casa.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

24 Así que les demostraré que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados». Entonces Jesús miró al paralítico y dijo: «¡Ponte de pie, toma tu camilla y vete a tu casa!».

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

24 Sepan, pues, que el Hijo del Hombre tiene poder en la tierra para perdonar los pecados. Entonces dijo al paralítico: 'Yo te lo ordeno: levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

24 Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: ¡Levántate, alza tu catre y vete a tu casa!

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

24 Pues para que sepáis que el Hijo del hombre tiene poder en la tierra para perdonar pecados -dijo al paralítico-: yo te lo mando; levántate, toma tu camilla y vete a tu casa'.

Gade chapit la Kopi




Lucas 5:24
26 Referans Kwoze  

Después de tanto sufrimiento, mi Siervo verá la luz y su conocimiento hará justos a muchos al cargar con sus pecados. Por eso le daré un puesto entre los grandes, un lugar entre los poderosos, ya que no dudó en afrontar la muerte, aceptando ser considerado criminal, para así cargar con las culpas de muchos y poder interceder por los culpables.


Mientras yo tenía esta visión, alguien parecido a un ser humano apareció entre las nubes y se acercó al anciano.


Cuando llegaron cerca de la ciudad de Cesarea de Filipo, Jesús preguntó a sus discípulos: —¿Quién dice la gente que es el Hijo del hombre?


Cuando yo, el Hijo del hombre, regrese, vendré como un rey poderoso, rodeado de mis ángeles, y me sentaré en mi trono.


Jesús le respondió: —Tú lo has dicho. Y déjame decirte que dentro de poco tiempo me veréis a mí, el Hijo del hombre, venir sobre las nubes del cielo con el poder y la autoridad que me da Dios todopoderoso.


Pero Jesús se acercó y les dijo: —Dios me ha dado todo el poder para que gobierne en el universo entero.


Jesús se hizo muy famoso en toda la región de Siria. La gente le traía personas que sufrían dolores y enfermedades, o que tenían demonios. También le traían a los que les daban ataques o que no podían caminar ni moverse, y a todos ellos los curó.


Pues voy a demostraros que yo, el Hijo del hombre, tengo poder en la tierra para perdonar pecados. Entonces Jesús dijo al paralítico: —Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa.


Jesús extendió la mano, tocó al enfermo y le dijo: —¡Quiero! ¡Queda sano! De inmediato, el hombre quedó completamente curado.


llegaron unas personas con una camilla, en la que llevaban a un hombre paralítico y querían ponerlo delante de Jesús,


Decidme: ¿qué es más fácil: perdonarle los pecados o decirle: «levántate y ponte a caminar»?


Entonces se acercó y tocó el ataúd. Los que lo llevaban se detuvieron, y Jesús dijo al muerto: —¡Joven, te ordeno que te levantes!


Tomó de la mano a la niña y le dijo: —¡Niña, levántate!


Después de decir esto, Jesús gritó: —¡Lázaro, sal de ahí!


Tú me diste autoridad sobre todos los que viven en el mundo, y también poder para dar vida eterna a todos los que me diste como mis seguidores.


Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó de allí, es decir, yo, el Hijo del hombre.


También me ha dado autoridad para juzgar, pues yo soy el Hijo del hombre.


Entonces le dijo en voz alta: —¡Levántate y camina! Aquel hombre dio un salto y comenzó a caminar.


y ha hecho que Jesús se siente a la derecha de su trono, nombrándolo Jefe y Salvador, para que el pueblo de Israel deje de pecar y Dios le perdone sus pecados.


Pedro le dijo: —Eneas, Jesús el Mesías te ha curado. Levántate y haz tu cama. Al instante, Eneas se levantó.


Pedro mandó que toda la gente saliera del lugar. Luego se arrodilló y oró al Señor. Después de eso, se volvió hacia donde estaba el cuerpo de Tabita y le ordenó: —¡Tabita, levántate! Ella abrió los ojos, vio a Pedro y se incorporó.


En medio de los candelabros vi a alguien que tenía figura humana y vestía una ropa que le llegaba hasta los pies y a la altura del pecho llevaba un cinturón de oro.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite