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Lucas 5:13 - Biblia Lenguaje Básico

13 Jesús extendió la mano, tocó al enfermo y le dijo: —¡Quiero! ¡Queda sano! De inmediato, el hombre quedó completamente curado.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

13 Entonces, extendiendo él la mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y al instante la lepra se fue de él.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Jesús extendió la mano y lo tocó: —Sí quiero —dijo—. ¡Queda sano! Al instante, la lepra desapareció.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Jesús extendió la mano y lo tocó, diciendo: 'Lo quiero, queda limpio.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Y extendiendo la mano, lo tocó diciendo: ¡Quiero, sé limpio! Y al instante la lepra salió de él.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Él extendió la mano y lo tocó, diciéndole: 'Quiero; queda limpio'. E inmediatamente la lepra desapareció de él.

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Lucas 5:13
15 Referans Kwoze  

Dijo entonces Dios: —¡Que haya luz! ¡Y al instante hubo luz!


Dijo entonces Dios: —Que las aguas que están debajo del cielo se junten en un solo lugar, y que aparezca lo seco. ¡Y al instante se hizo así!


El profeta le envió un mensajero, diciendo: —Vete y báñate siete veces en el río Jordán, y te curarás de la lepra.


Naamán fue y se bañó siete veces en el río Jordán como le había dicho el profeta. Enseguida su piel quedó limpia y suave como la de un niño.


Él creó todo lo que existe por medio de su palabra. Bastó una orden suya para que todo fuera hecho.


Ya no dejaré que sigáis pecando. Os daré tanta comida que no volveréis a sufrir hambre ni a pasar vergüenza delante de las naciones.


Asiria no puede salvarnos, ni nosotros podremos escapar a caballo: así que no volveremos a adorar a dioses que hemos fabricado. Solo en ti, Dios nuestro, encuentra el huérfano ternura».


Jesús puso la mano sobre él y le contestó: —¡Sí quiero! ¡Queda sano! Y el hombre quedó sano de inmediato.


Jesús se inclinó hacia ella y ordenó a la fiebre que desapareciera. La fiebre se le quitó, y la suegra de Simón se levantó y dio de comer a los que estaban en la casa.


Estaba Jesús en un pueblo donde había un hombre enfermo de lepra. Al ver a Jesús, el leproso se inclinó hasta tocar el suelo con la frente y le suplicó: —Señor, yo sé que tú puedes curarme. ¿Quieres hacerlo?


Después, Jesús le dijo: —No le digas a nadie lo que ha sucedido. Vete a ver al sacerdote y lleva la ofrenda que Moisés ordenó; así los sacerdotes serán testigos de que ya no tienes esa enfermedad.


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