9 Cuando un árbol no produce buenos frutos, su dueño lo corta de raíz y lo quema. Pues bien, Dios ya está listo para destruir a los que no produzcan buenos frutos.
9 Ahora mismo el hacha del juicio de Dios está lista para cortar las raíces de los árboles. Así es, todo árbol que no produzca buenos frutos será cortado y arrojado al fuego.
No había en todo el paraíso un solo árbol que pudiera compararse contigo. No había nadie que tuviera tu grandeza y hermosura. Sin embargo, caerás a lo más profundo de la tierra, junto con los demás árboles de mi jardín. Allí quedarás tendido entre los paganos y los que murieron en la guerra. Este será tu destino, faraón, y el de todo tu pueblo. Yo soy el Dios de Israel y cumpliré mi palabra.
Los ángeles de Dios han tomado una decisión, sus santos han decidido castigarlo. Así todo el mundo sabrá que solo el Dios altísimo gobierna a todos los reinos. Hace rey a quien él quiere, y hace jefe de un país a la persona más sencilla».
Al árbol se le dejaron el tronco y las raíces. Eso quiere decir que tú, majestad, volverás a reinar, pero solo cuando hayas reconocido el poder del Dios del cielo.
Jesús les contó también esta parábola: —Un hombre había plantado una higuera en su viña. Un día, fue a ver si el árbol tenía higos, pero no encontró ninguno.
Entonces dijo al encargado de cuidar la viña: «Tres años seguidos he venido a ver si esta higuera daba higos, y nunca he encontrado nada. Córtala, porque solo está ocupando terreno».
Si en un juicio dos testigos afirman que alguien ha desobedecido la ley de Moisés, los jueces no tendrán compasión de esa persona y la condenarán a muerte.