Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Lucas 22:32 - Biblia Lenguaje Básico

32 Pero yo he pedido a Dios que te ayude, para que sigas creyendo y, una vez se fortalezca tu fe, tú des firmeza a la fe de tus compañeros.

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

32 pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

32 pero yo he rogado en oración por ti, Simón, para que tu fe no falle, de modo que cuando te arrepientas y vuelvas a mí fortalezcas a tus hermanos».

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

32 pero yo he rogado por ti para que tu fe no se venga abajo. Y tú, cuando hayas vuelto, tendrás que fortalecer a tus hermanos.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

32 Pero Yo rogué por ti que no desfallezca tu fe. Y tú, cuando hayas vuelto, fortalece a tus hermanos.

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

32 pero yo he rogado por ti, a fin de que tu fe no desfallezca. Y luego tú, cuando te hayas vuelto, confirma a tus hermanos'.

Gade chapit la Kopi




Lucas 22:32
33 Referans Kwoze  

y les dijo: —Os aseguro que para entrar en el reino de Dios, tenéis que cambiar vuestra manera de vivir y ser como niños.


y Pedro se acordó de lo que Jesús le había dicho: «Antes de que el gallo cante, dirás tres veces que no me conoces». Pedro salió de aquel lugar y se puso a llorar amargamente.


En ese momento, el gallo cantó por segunda vez, y Pedro se acordó de lo que Jesús le había dicho: «Antes de que el gallo cante por segunda vez, tú dirás tres veces que no me conoces». Y Pedro se puso a llorar.


Y ahora, id a contar a sus discípulos y a Pedro que Jesús va delante de vosotros a Galilea. Allí podréis verlo, tal como os dijo antes de morir.


Las semillas que cayeron entre piedras representan a los que reciben el mensaje con alegría, pero como no ha echado raíces, cuando tienen problemas enseguida olvidan el mensaje.


Dentro de poco, la gente de este mundo no podrá verme, pero vosotros sí me veréis. Y porque yo vivo, vosotros también viviréis.


Por eso, dejad de pecar y volveos a Dios. Así él perdonará vuestros pecados


Dios no nos negó ni siquiera a su propio Hijo, sino que lo entregó por nosotros; así que también nos dará junto con él todas las cosas.


¿podrá alguien castigarlos? ¡De ninguna manera, pues Jesucristo murió por ellos! Es más, Jesucristo resucitó, y ahora está a la derecha de Dios, rogando por nosotros.


Ellos afirman que ya hemos resucitado; pero eso no es verdad, y lo único que logran es confundir a algunos creyentes.


Querido Tito: Yo te ayudé a creer en Jesucristo y por eso tú eres para mí como un verdadero hijo. Tú y yo compartimos la misma fe en Dios; por eso le pido a él, que es nuestro Padre, y a Jesucristo, nuestro Salvador, que te concedan su gracia y su paz. Como bien sabes, soy siervo de Dios y apóstol de Jesucristo. Fui enviado por él para que los elegidos de Dios crean en él y para que lleguen a conocer la verdad que enseña nuestra religión. Así estarán seguros de recibir la vida eterna que Dios nuestro Salvador prometió desde antes que el mundo existiera. Y sabemos que Dios no miente. En el momento que él consideró oportuno, me dio ese mensaje y me mandó que lo anunciara a los demás.


No dejéis que nadie se aleje de la gracia de Dios. Tampoco permitáis que nadie cause problemas en el grupo, porque sería como una planta venenosa que os haría mucho daño.


Jesús puede salvar para siempre a los que, por medio de él, se acercan a Dios. Pues vive eternamente y siempre está pidiendo a Dios por ellos.


Yo, Pedro, que soy enviado de Jesucristo a anunciar su mensaje, saludo a todos los cristianos que viven dispersos en las regiones de Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia. De acuerdo con su plan, Dios Padre decidió elegiros a vosotros para que fuerais su pueblo. Y por medio del Espíritu Santo y de la muerte de Jesucristo, Dios os ha limpiado de todo pecado para que le obedezcáis. Deseo que Dios os conceda su gracia y os permita vivir en paz.


Por eso, estad atentos y pensad bien lo que vais a hacer, sin dejaros seducir por nada malo. Y confiad totalmente en que Dios os tratará bien cuando regrese Jesucristo.


Vosotros tenéis fe en Dios y por eso él os protege con su poder, para que podáis ser salvos tal y como lo tiene planeado para los últimos tiempos.


Por eso, queridos hermanos, mientras esperáis a que esto suceda, haced todo lo posible por estar en paz con Dios y porque él os encuentre sin culpa ni pecado.


Estos enemigos de Cristo han salido de entre nosotros, pero en realidad no eran de nuestro grupo. Si hubieran sido de nuestro grupo, se habrían quedado con nosotros. Pero así ha quedado claro que no todos los que se reúnen con nosotros son de los nuestros.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite