Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Lucas 2:11 - Biblia Lenguaje Básico

11 ¡Vuestro Salvador acaba de nacer en Belén, la ciudad de David! ¡Es el Mesías, el Señor!

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

11 que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor.

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

11 ¡El Salvador —sí, el Mesías, el Señor— ha nacido hoy en Belén, la ciudad de David!

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

11 hoy, en la ciudad de David, ha nacido para ustedes un Salvador, que es el Mesías y el Señor.

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

11 ¡Hoy os nació en la ciudad de David un Salvador, que es el Mesías, el Señor!

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

11 Hoy, en la ciudad de David, os ha nacido un Salvador, que es Cristo Señor.

Gade chapit la Kopi




Lucas 2:11
38 Referans Kwoze  

Haré que tú y la mujer, seáis enemigas; pondré enemistad entre sus descendientes y los tuyos. Un descendiente suyo te aplastará la cabeza y tú le morderás el talón.


Judá tendrá siempre en sus manos el cetro y el bastón de mando, hasta que llegue aquel a quien verdaderamente deben los pueblos obediencia.


Él se sentará en el trono de David, y reinará sobre todo el mundo y por siempre habrá paz. Su reino será invencible, y para siempre reinarán la justicia y el derecho. Esto lo hará el Dios todopoderoso por el gran amor que nos tiene.


José, el marido de María, la madre de Jesús, conocido como el Mesías.


Cuando nazca el niño, lo llamarás Jesús. Él va a salvar a su pueblo del castigo que merece por sus pecados.


Pedro contestó: —Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios que vive y da vida.


Entonces Jesús ordenó a sus discípulos que no contaran a nadie que él era el Mesías.


¿Cómo es posible que hayas venido a visitarme, tú que eres la madre de mi Señor?


Nos ha dado un salvador muy poderoso, descendiente del rey David, su siervo.


y le había dicho que no iba a morir sin ver antes al Mesías que Dios les había prometido.


José era descendiente de David. Y como vivía en Nazaret, en la región de Galilea, tuvo que ir a Belén, la ciudad donde había nacido David y que se encontraba en el territorio de Judea.


Lo primero que hizo Andrés fue buscar a su hermano Simón. Cuando lo encontró, le dijo: —¡Hemos encontrado al Mesías, es decir, al Cristo!


Luego Felipe fue a buscar a Natanael, y le dijo: —Hemos encontrado a aquel de quien Moisés escribió en las Escrituras, y del que también hablan los profetas. Es Jesús, natural de Nazaret e hijo de José.


Marta le respondió: —Sí, Señor. Yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, que debía venir al mundo.


Pero lo que aquí se ha escrito es para que creáis que Jesús es el Mesías, el Hijo de Dios, y para que así, creyendo en él, recibáis la vida eterna.


La mujer le dijo: —Yo sé que va a venir el Mesías, a quien también llamamos el Cristo. Cuando él venga, nos explicará todas las cosas.


hasta el punto de decir a la mujer: —Ahora creemos, no por lo que tú nos has dicho, sino porque nosotros mismos le hemos oído y sabemos que en verdad él es el Salvador del mundo.


Nosotros hemos creído en ti y sabemos que tú eres el Hijo de Dios.


Otros decían: —Este hombre es el Mesías. Pero algunos decían: —El Mesías no puede venir de la región de Galilea.


Este es el mismo mensaje que Dios dio a los israelitas cuando envió a Jesucristo, que es el Señor de todos, para anunciarles la buena noticia de la paz.


Dios prometió que un descendiente de David vendría a salvar al pueblo israelita. Pues bien, ese descendiente es Jesús.


les explicaba y demostraba por medio de las Escrituras, que el Mesías tenía que morir y resucitar de entre los muertos. Y añadía: —Pues bien, Jesús a quien yo os anuncio, es el Mesías.


Israelitas, tenéis que reconocer, de una vez por todas, que a este mismo Jesús, al que clavasteis en una cruz, Dios le ha dado el poder y la autoridad que corresponde al Mesías.


y ha hecho que Jesús se siente a la derecha de su trono, nombrándolo Jefe y Salvador, para que el pueblo de Israel deje de pecar y Dios le perdone sus pecados.


El primer ser humano fue hecho del polvo de la tierra. El segundo vino del cielo.


De esta manera, todos reconocerán que Jesucristo es el Señor y darán gloria a Dios Padre.


Todo eso lo he dejado a un lado, y lo considero basura, con tal de llegar a conocer bien a Cristo, pues no hay mejor conocimiento. Y quiero que Dios me acepte, no por haber obedecido la ley, sino por creer en Cristo, pues así, a través de la fe, es como Dios quiere aceptarnos.


Vosotros habéis aceptado a Jesucristo como vuestro dueño y Señor. Por eso debéis vivir como a él le agrada.


Nosotros mismos lo hemos visto y damos testimonio de que el Padre envió a su Hijo para salvar al mundo.


Si creemos que Jesús es el Mesías, entonces somos hijos de Dios. Y recordemos que, si amamos al Padre, también debemos amar a los hijos de ese mismo Padre.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite