Biblia Todo Logo
Bib sou entènèt

- Piblisite -





Lucas 18:4 - Biblia Lenguaje Básico

4-5 Al principio, el juez no quería atender a la viuda. Pero luego pensó: «Esta viuda me molesta mucho. Aunque no le tengo miedo a Dios ni me importa la gente, le voy a hacer caso. Si no lo hago, nunca dejará de molestarme».

Gade chapit la Kopi


Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

4 Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre,

Gade chapit la Kopi

Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Durante un tiempo, el juez no le hizo caso, hasta que finalmente se dijo a sí mismo: “No temo a Dios ni me importa la gente,

Gade chapit la Kopi

Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Durante bastante tiempo el juez no le hizo caso, pero al final pensó: 'Es cierto que no temo a Dios y no me importa la gente,

Gade chapit la Kopi

La Biblia Textual 3a Edicion

4 Pero no quiso por un tiempo, pero después de estas cosas, se dijo: Aunque no temo a Dios, ni respeto a hombre,

Gade chapit la Kopi

Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Él la ignoró durante mucho tiempo. Pero luego pensó para sus adentros: 'Aunque no temo a Dios ni tengo consideración alguna con los hombres,

Gade chapit la Kopi




Lucas 18:4
8 Referans Kwoze  

Era tanto lo que se había recogido, que el rico no sabía dónde guardar la cosecha.


El administrador pensó: «¿Qué voy a hacer ahora que mi amo me despide del trabajo? No soy lo suficientemente fuerte para cavar zanjas, y me da vergüenza pedir limosna.


Les dijo: —En una ciudad había un juez que no le tenía miedo a Dios ni le importaba la gente.


Allí también vivía una viuda, que acudió a él para decirle: «Por favor, hazme justicia frente a mi enemigo».


Finalmente, el dueño de la viña se puso a pensar: «¿Qué puedo hacer?». Y se dijo: «Ya sé; enviaré a mi hijo que tanto quiero. Estoy seguro de que a él sí lo respetarán».


Cuando éramos niños, nuestros padres aquí en la tierra nos corregían y nosotros los respetábamos. Con mayor razón debemos obedecer a Dios, que es nuestro Padre que está en el cielo, para así tener vida eterna.


Ella estuvo lloriqueándole el resto de la semana. Y tanto insistió que el último día Sansón le dio la respuesta. Entonces ella se lo contó a los jóvenes.


Swiv nou:

Piblisite


Piblisite