Es muy posible que no te hagan caso, pues son muy rebeldes; pero no te preocupes. Lo importante es que se den cuenta de que hay entre ellos un profeta que les habla de mi parte. Y aunque te parezca que estás rodeado de zarzas y espinos y estás sentado sobre escorpiones, tú no les tengas miedo ni te espantes por lo que te digan, porque son muy rebeldes. Tú, en cambio hombre mortal, no seas rebelde como ellos y escucha lo que voy a decirte. Para empezar, abre la boca y come lo que te voy a dar.