12-14 A continuación, Aarón presentó el animal que se quema en honor de Dios. Sus hijos le presentaron el animal cortado ya en trozos, y Aarón los quemó en el altar, junto con la cabeza. Luego lavó los intestinos y las patas del animal, y también los quemó. Entonces sus hijos le acercaron la sangre, y Aarón roció con ella los cuatro costados del altar.
Aarón le respondió: —Hoy mis hijos, presentaron delante de Dios su ofrenda para el perdón de sus pecados y también quemaron una ofrenda en honor de Dios ¡y mira lo que me ha sucedido! ¿Crees que le habría gustado a Dios que hoy también yo hubiera comido de la ofrenda hecha para obtener el perdón de pecados?
Sus hijos le acercaron la sangre del ternero, Aarón mojó en ella su dedo y untó con ella los salientes del altar. El resto de la sangre lo derramó sobre la base del altar.
Debéis amar a los demás, como Cristo nos amó y se entregó a la muerte por nosotros como si fuera una ofrenda y un sacrificio de aroma agradable que se hace a Dios.