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Levítico 26:28 - Biblia Lenguaje Básico

28 yo me enfrentaré a vosotros y os castigaré todavía con más ira a causa de vuestros pecados.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

28 yo procederé en contra de vosotros con ira, y os castigaré aun siete veces por vuestros pecados.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

28 entonces yo descargaré toda mi hostilidad. Yo mismo los castigaré siete veces por sus pecados.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

28 yo me enfrentaré con ustedes con ira y les devolveré siete veces más por sus pecados:

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La Biblia Textual 3a Edicion

28 también Yo procederé contra vosotros con ira hostil, y Yo mismo os castigaré aún siete veces más por vuestros pecados,

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

28 yo me opondré a vosotros con furor, y os castigaré yo mismo otras siete veces por vuestros pecados.

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Levítico 26:28
16 Referans Kwoze  

Dios mío, haz que nuestros vecinos sufran en carne propia las ofensas que te han hecho.


Ha cesado mi ira contra ella —dice Dios— y si aún hay en ella espinos y maleza, yo los arrancaré y haré que ardan en la hoguera.


para castigar a sus enemigos y dar a cada cual su merecido.


Yo he pisado a mis enemigos sin que nadie me ayudara; los he pisado como a la uvas cuando se elabora el vino en el lagar. Con ira los he aplastado, con furia los he pisoteado y su sangre ha salpicado mi ropa y manchado mis vestidos.


Dios llegará en medio del fuego; sus carros son como un torbellino. Descargará sobre los enemigos su furor, su castigo será como fuego ardiente.


Es más, yo mismo voy a luchar contra vosotros, y lo haré con todo mi poder y con toda mi furia porque ya me tenéis harto.


Por eso, castigaré con furia a este lugar, a las personas y animales, a los árboles del campo y a los frutos de la tierra. ¡Mi enfado será como un fuego difícil de apagar! Soy yo, Dios, quien lo asegura.


El furor de Dios fue tan grande que ya no pudo contenerse; le prendió fuego a Jerusalén y la destruyó por completo.


Yo los castigaré con furia, y cuando mi ira se haya calmado, reconocerán que yo, el Dios de Israel, soy un Dios muy celoso que cumple su palabra.


Estoy tan enfadado que voy a castigarlos sin ninguna compasión. A gritos me pedirán que los perdone, ¡pero no les haré caso!


yo os castigaré todavía mucho más tal como merecen vuestros pecados.


Si a pesar de todo esto seguís sin obedecerme y oponiéndoos a mí,


Ahora sois rebeldes y os comportáis como las naciones que no creen en mí, pero entonces tendréis que humillaros y aceptar el castigo por vuestra maldad.


Nuestro Dios pide que le seamos fieles. Cuando se enoja, toma venganza de sus enemigos y de sus contrarios.


Cuando nuestro Dios se irrita, las piedras se convierten en polvo, como si el fuego las fundiera; cuando nuestro Dios se enfurece, nadie puede mantenerse firme.


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