Mujeres de Jerusalén, hoy andáis perfumadas, mañana oleréis a podrido; hoy usáis un cinturón, mañana llevaréis una soga; hoy os vestís con ropa fina, mañana vestiréis trapos viejos; hoy os veis muy hermosas, mañana estaréis llenas de cicatrices; hoy os peináis con elegancia, mañana ni pelo tendréis que peinar».
el sacerdote examinará la mancha. Si en la mancha el pelo se ha puesto blanco y la piel se ha hundido, es porque la quemadura se ha convertido en lepra. Entonces el sacerdote deberá declarar impuro al enfermo.