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Levítico 1:4 - Biblia Lenguaje Básico

4-5 y allí pondrá su mano sobre la cabeza del ternero y lo degollará en mi presencia. Así, yo recibiré su ofrenda con agrado y le perdonaré sus pecados. Luego los sacerdotes me presentarán la sangre del ternero y rociarán con ella los cuatro costados del altar.

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Biblia Reina Valera 1960

4 Y pondrá su mano sobre la cabeza del holocausto, y será aceptado para expiación suya.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

4 Coloca la mano sobre la cabeza del animal, y el Señor aceptará la muerte del animal en tu lugar a fin de purificarte y hacerte justo ante él.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

4 Pondrá su mano sobre la cabeza de la víctima, para que Yavé se la reciba para perdón de sus pecados.

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La Biblia Textual 3a Edicion

4 Apoyará su mano sobre la cabeza de la víctima, y le será acepta para hacer expiación por él.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

4 Pondrá su mano sobre la cabeza de la víctima para que le sea aceptada como expiación.

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Levítico 1:4
44 Referans Kwoze  

Una vez hecho esto, toma el ternero elegido, llévalo hasta la Tienda del encuentro, y diles a Aarón y a sus hijos que pongan sus manos sobre la cabeza del animal.


Toma uno de los dos carneros y haz que Aarón y sus hijos pongan las manos sobre la cabeza del animal.


Tomarás después el otro carnero y, una vez que Aarón y sus hijos hayan puesto sus manos sobre él,


Esta es la manera según la cual deberán comer todo lo que sirvió como sacrificio para perdonar sus pecados, cuando fueron consagrados como sacerdotes y tomaron posesión de su función sacerdotal. Ningún extraño podrá comer esas ofrendas porque son algo sagrado.


De vuestras ovejas, le reservaréis una de cada doscientas, de entre las mejor alimentadas, para que pueda hacer toda clase de ofrendas y así alcanzar el perdón de los pecados. Yo soy el Dios de Israel y así lo mando.


Tienen que pasar setenta semanas para que tu pueblo y tu ciudad dejen de hacer el mal, para que lleguen a su fin la desobediencia y el pecado. Al cabo de ese tiempo quedarán reparados los delitos, se restablecerá la justicia. Dios cumplirá las visiones que has tenido y su santo Templo será de nuevo consagrado.


Pondrá sus dos manos sobre la cabeza del animal y confesará sobre él todos los pecados de los israelitas, y así cargará sobre la cabeza del chivo los pecados del pueblo. Luego el chivo será llevado al desierto por una persona encargada para ello.


se lavará con agua en el lugar destinado para ello y volverá a ponerse su ropa normal. Entonces saldrá y quemará en mi honor su ofrenda y la ofrenda del pueblo, para que yo perdone sus pecados y los del pueblo.


Si alguien me presenta una ofrenda para pedirme salud y bienestar, deberá presentarme un animal sin ningún defecto.


—Cuando nazca un ternero, un cordero o un cabrito, se quedará con su madre siete días. Después del octavo día podréis presentármelo como ofrenda.


El que presente la ofrenda pondrá sus manos sobre la cabeza del animal y lo degollará a la entrada de la Tienda del encuentro. Luego, los sacerdotes rociarán con su sangre los costados del altar,


deberá poner sus manos sobre la cabeza del animal y degollarlo a la entrada de la Tienda del encuentro. Luego, los sacerdotes rociarán con su sangre los costados del altar,


y los jefes del pueblo pondrán sus manos sobre la cabeza del animal. Luego degollarán el ternero sobre mi altar,


y de esta manera perdonaré el pecado del pueblo. Finalmente, el sacerdote sacará del campamento el resto del ternero y lo quemará en el lugar destinado para echar las cenizas.


Pondrá sus manos sobre la cabeza del chivo y lo degollará junto a mi altar, pues se trata de un sacrificio para obtener el perdón de pecados.


Después quemará toda la grasa del animal, como se hace con la ofrenda para pedirme salud y bienestar. Así presentará el sacerdote la ofrenda en favor del culpable, y yo le perdonaré su pecado.


Pondrá sus manos sobre la cabeza del animal y lo degollará junto al altar.


Luego quemará sobre el altar toda la grasa de la cabra, como se hace con las ofrendas para pedirme salud y bienestar. Así el sacerdote presentará una ofrenda de aroma agradable en favor de esa persona, y yo le perdonaré su pecado.


Esa persona pondrá sus manos sobre la cabeza de la cordera y la degollará junto al altar.


Luego quemará sobre el altar toda la grasa, como se hace con las ofrendas para pedirme salud y bienestar, y con las otras ofrendas que se presentan en mi honor. Así el sacerdote presentará la ofrenda en favor de esa persona, y yo le perdonaré su pecado.


y presentarme como ofrenda para obtener el perdón de su pecado una cabra o una cordera. El sacerdote presentará la ofrenda en favor de esa persona, y yo la perdonaré.


Cuando los sacerdotes me presenten la ofrenda de cereales, deberán hacer lo siguiente:


Moisés mandó traer el ternero de la ofrenda para el perdón de pecados. Entonces Aarón y sus hijos pusieron las manos sobre la cabeza del animal,


Moisés mandó que trajeran el carnero para la ofrenda que debe quemarse por completo en honor de Dios. Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del carnero, y luego Moisés lo degolló. A continuación, roció con su sangre los cuatro lados del altar,


Moisés mandó que trajeran el otro carnero para la ofrenda de consagración. Aarón y sus hijos pusieron sus manos sobre la cabeza del carnero, y luego Moisés lo degolló. Después mojó su dedo con la sangre y untó con ella la oreja derecha de Aarón, el pulgar de su mano derecha y el dedo gordo de su pie derecho.


Luego Moisés dijo a Aarón: —Acércate al altar y presenta tu ofrenda para el perdón de tus pecados y quema una ofrenda en honor de nuestro Dios. Presenta también la ofrenda por ti y por el pueblo, para que Dios os perdone, pues así lo ha ordenado él.


El sacerdote pedirá así el perdón para todo el pueblo de Israel que será perdonado, pues ha cometido una falta sin querer y por esa falta han ofrecido el correspondiente sacrificio de expiación. Todos serán perdonados, tanto el israelita como el extranjero residente entre ellos, pues se trata de una falta involuntaria.


El sacerdote me pedirá el perdón para la persona que pecó sin querer y, una vez cumplido el rito de expiación, yo perdonaré su pecado.


Se trata de un pacto según el cual tanto él como sus descendientes serán siempre mis sacerdotes, por haber salido en defensa de su Dios y haber obtenido el perdón para los israelitas.


Allí estarán Aarón y sus descendientes, como representantes del pueblo. Aarón los consagrará a mi servicio de la siguiente manera: Los israelitas pondrán sus manos sobre la cabeza de los descendientes de Leví. Luego, ellos pondrán sus manos sobre la cabeza de los dos novillos. Uno de ellos lo sacrificarás como ofrenda por el pecado, y el otro lo quemarás completamente en mi honor. Pondrás luego a los descendientes de Leví delante de Aarón y de sus hijos, y celebrarás el rito de presentación para dedicármelos. Los israelitas de la tribu de Leví serán míos, porque los demás israelitas me los entregarán en lugar de sus primogénitos. Cuando maté al hijo mayor de cada familia egipcia, decidí que todos los primogénitos de los israelitas serían míos, incluyendo a las primeras crías de sus animales. Pero a cambio de los primogénitos de los israelitas y de las primeras crías de sus ganados, pedí que me fueran entregados los descendientes de Leví. Así pues, separarás a los descendientes de Leví de entre los demás israelitas, para que vivan siempre a mi servicio dentro de la Tienda del encuentro, una vez que los hayas purificado y me los hayas ofrecido mediante el rito de presentación.


Por eso, hermanos míos, ya que Dios es tan bueno con vosotros, os pido que dediquéis toda la vida a servirle y a hacer todo lo que le agrada. Así es como se le debe adorar.


Dios envió a Jesucristo para morir por nosotros. Si creemos que Jesús murió por nosotros, Dios nos perdonará. Con esto Dios demuestra que es justo y que, gracias a su paciencia, ahora nos perdona todo lo malo que hemos hecho. Él es justo, y acepta a todos los que creen en Jesús.


Además, ahora nos sentimos muy orgullosos pues vivimos en paz con Dios.


Epafrodito me entregó todo lo que me enviasteis y fue más que suficiente. Vuestra ayuda fue como el suave aroma de las ofrendas y sacrificios que Dios acepta con agrado.


Porque la sangre de los toros y de los demás animales que se sacrifican no puede quitar los pecados.


que ha muerto para que Dios perdone nuestros pecados y los de todo el mundo.


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