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Jueces 8:6 - Biblia Lenguaje Básico

6 Pero los jefes de Sucot le respondieron: —¿Por qué tenemos que dar de comer a tu ejército? ¡Todavía no habéis capturado a Cébaj y Salmuná!

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

6 Y los principales de Sucot respondieron: ¿Están ya Zeba y Zalmuna en tu mano, para que demos pan a tu ejército?

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Biblia Nueva Traducción Viviente

6 Pero los líderes de Sucot le respondieron: —Primero captura a Zeba y a Zalmuna, y después alimentaremos a tu ejército.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

6 Pero los ancianos de Sucot le respondieron: '¿Ya les has atado las manos a Zebaj y a Salmuna? ¿Cómo quieres que demos pan a tus hombres?'

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La Biblia Textual 3a Edicion

6 Pero los gobernantes de Sucot le respondieron: ¿Está ya en tu poder la mano° de Zeba y Zalmuna, para que demos pan a tu tropa?

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

6 Pero los príncipes de Suot respondieron. '¿Acaso tienes ya en tu poder a Zébaj y a Salmuná, para que tengamos que dar pan a tu ejército?'.

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Jueces 8:6
11 Referans Kwoze  

Luego los hermanos se sentaron a comer. De pronto vieron que se acercaba un grupo de comerciantes. Eran unos ismaelitas que venían de Galaad. Sus camellos estaban cargados de finos perfumes y hierbas de agradable olor, que los ismaelitas pensaban vender en Egipto.


Así que cuando aquellos comerciantes pasaron por allí, los hermanos de José lo sacaron del pozo y se lo vendieron por veinte monedas de plata. Entonces los comerciantes se lo llevaron a Egipto.


Entonces Ajab le respondió: —No cantes victoria antes de tiempo.


Joás contestó a Amasías: —Una vez un insignificante cardo del Líbano mandó a decir a un gigantesco cedro del Líbano: «Dale tu hija a mi hijo como esposa». Pero una fiera del Líbano pasó y aplastó al cardo.


El pobre suplica; el rico insulta.


Los demás solo se ocupan de sus propias cosas y no de lo que le agrada a Jesucristo.


El ángel de Dios anuncia: «Dios va a castigar a los habitantes de Meroz porque no acudieron a ayudar al ejército de Dios, no quisieron luchar por él».


Entonces Gedeón fue a hablar con los hombres de Sucot y les dijo: —¿Os acordáis de que os burlasteis de mí y no quisisteis ayudarme? Me dijisteis que no podíais dar de comer a mi cansado ejército, porque todavía no habíamos capturado a Cébaj y a Salmuná. ¡Pues aquí los tenéis!


Al llegar a Sucot, Gedeón pidió a los que vivían allí: —Por favor, dad algo de comer a mis soldados, porque están muy cansados. Estamos persiguiendo a Cébaj y Salmuná, los dos reyes madianitas.


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