27 Al llegar a las montañas de la tribu de Efraín, tocó la trompeta para reunir a los israelitas. Cuando bajaron de las montañas, Ejud se puso frente a ellos,
27 Y aconteció que a su llegada, resonó el shofar en la serranía de Efraín, y los hijos de Israel bajaron con él de la serranía, yendo él al frente de ellos.
La mujer con su astucia convenció a la gente de la ciudad para que cortaran la cabeza a Sebá. Y así sucedió: le cortaron la cabeza y desde la muralla la arrojaron a Joab. Joab entonces ordenó la retirada, y sus soldados regresaron a sus casas. Luego Joab se fue a Jerusalén para encontrarse con el rey.
Enseguida cada uno de ellos tomó su manto y lo puso sobre la escalinata como si fuera una alfombra. Después tocaron la trompeta y gritaron: —¡Viva el rey Jehú!
Josué les respondió: —Ya que sois muchos y no os basta el territorio de Efraín, id a la región de los fereceos y de los gigantes refaítas, y talad sus bosques haciéndoos allí un sitio.
Toda la región montañosa será vuestra. Es cierto que ahora es una selva, pero podréis despejarla y apoderaros de todo el territorio. Aunque los cananeos sean fuertes y tengan carros de hierro, vosotros los expulsaréis de su territorio.
Después de Abimélec, un hombre llamado Tolá, de la tribu de Isacar, fue el libertador de Israel. Tolá era hijo de Puá y nieto de Dodó; vivía en Samir, en las montañas de Efraín.
En los días en que los israelitas todavía no tenían rey, un hombre de la tribu de Leví vivía con una mujer de Belén de Judá, en un lugar muy apartado de las montañas de Efraín.
De la tierra de los amalecitas bajaron los de Efraín; detrás de ti, Débora, marcharon los de Benjamín. Se te unieron los jefes de Maquir y los gobernantes de Zabulón.
Gedeón envió mensajeros por todo el territorio de Efraín con este mensaje: —¡Venid a luchar contra los madianitas! Vigilad los vados del río Jordán hasta Bet Bará, para que los madianitas no puedan cruzar por allí. Los de la tribu de Efraín obedecieron estas órdenes
Jonatán atacó y destruyó un cuartel filisteo que estaba en Guibeá. Como los filisteos se enteraron de este ataque, Saúl mandó tocar la trompeta por todo el país para poner en alerta a los israelitas.