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Jueces 20:13 - Biblia Lenguaje Básico

13 Entregadnos a esos malvados que están en Guibeá. Los mataremos y así quedará purificado el pueblo israelita de esta gran maldad. Pero los de Benjamín no hicieron caso de lo que les proponían los demás israelitas,

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Biblia Reina Valera 1960

13 Entregad, pues, ahora a aquellos hombres perversos que están en Gabaa, para que los matemos, y quitemos el mal de Israel. Mas los de Benjamín no quisieron oír la voz de sus hermanos los hijos de Israel,

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Biblia Nueva Traducción Viviente

13 Entréguennos a esos hombres malvados, a esos perturbadores de Guibeá, para que los ejecutemos y así purifiquemos a Israel de semejante maldad». Pero los de Benjamín no quisieron escuchar.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

13 Entréguennos a esos criminales de Guibea para que los matemos, porque hay que eliminar el mal de Israel'. Pero la gente de Benjamín no quiso oír la voz de sus hermanos israelitas.

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La Biblia Textual 3a Edicion

13 Ahora pues, entregad a los hombres, aquellos hijos de Belial que están en Gabaa, para que les demos muerte y extirpemos esta infamia de Israel. Pero los hijos de Benjamín no quisieron escuchar la voz de sus hermanos los hijos de Israel.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

13 Entregadnos a esos hombres hijos de Belial que hay en Guibeá; los ejecutaremos y así quedará extirpada de Israel la maldad'. Pero los benjaminitas no quisieron escuchar la voz de sus hermanos, los israelitas.

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Jueces 20:13
30 Referans Kwoze  

Allí en Guilgal estaba Sebá, hijo de Bicrí, que era de la tribu de Benjamín. Como Sebá era un malvado, tocó la trompeta y dijo: —¡Israelitas, regresemos a nuestras casas! ¡No tenemos nada que ver con David, ni ganamos nada con seguirlo!


Los malvados son como espinos, que se arrancan y nadie se atreve a tocar.


luego hicieron venir a los dos testigos falsos que acusaron a Nabot de haber maldecido a Dios y al rey. A continuación sacaron a Nabot de la ciudad y lo mataron a pedradas.


Amasías interrumpió al profeta y le dijo: —¡No necesito tus consejos! ¡Cállate si no quieres morir! Entonces el profeta le dijo: —Ya veo que no quieres escucharme. No hay duda de que Dios te ha abandonado y de que va a destruirte.


Pero Amasías no hizo caso a Joás, pues Dios había decidido entregarlo en manos de Joás por haber adorado a los dioses de Edom.


Quien no acepta la corrección será muy pronto aniquilado y nadie podrá evitarlo.


Deja de preocuparte y procura librarte del sufrimiento, pero ten presente que también la adolescencia y la juventud son pura ilusión.


Vosotros, israelitas, comenzasteis a pecar en Guibeá y no habéis dejado de hacerlo; por eso la guerra os destruirá en el mismo lugar donde pecasteis.


Tu maldad es tan grande que en nada eres diferente de los que vivían en Guibeá; ¡pero no olvidaré tu maldad y te castigaré por tus pecados!


Dios ya lo ha dicho y ellos lo saben: quienes hacen esto merecen la muerte. Y a pesar de eso, no solo siguen haciéndolo, sino que felicitan a quienes también lo hacen.


Ni puede haber amistad entre Cristo y el diablo. El que es seguidor de Cristo no llama hermano al que no lo es.


Si en alguna de las ciudades que Dios os va a dar para que habitéis en ellas,


Debéis adorar únicamente a vuestro Dios, y solo a él debéis obedecer y serle fieles.


En cuanto a ese falso profeta o intérprete de sueños, debe morir por haber hecho que os rebeléis contra vuestro Dios que os sacó de Egipto y os liberó de la esclavitud que allí padecíais. Deberá morir por intentar apartaros del camino que Dios os había señalado.


Si alguno de vosotros, por orgullo, se niega a aceptar la decisión del juez o del sacerdote, que son servidores de Dios, será condenado a muerte.


Si la persona es declarada culpable, los primeros en arrojarle piedras serán los testigos; luego la apedreará todo el pueblo. Así haréis que desaparezca el mal de entre vosotros.


ordenarán que el testigo reciba el mismo castigo que pedía para el acusado, es decir, deberá cumplirse lo de ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie, y vida por vida. No perdonéis a nadie que se comporte así. De esta manera haréis que el mal desaparezca de en medio de vosotros y los demás, al enterarse, no se atreverán a cometer ningún pecado parecido.


Dicho esto, todos los que vivan en esa ciudad matarán a pedradas a ese hijo rebelde. Así haréis que desaparezca el mal en Israel, y todos, al enterarse, tratarán de no hacer lo mismo.


los hombres de la ciudad la sacarán a la puerta de la casa de su padre, y allí mismo la matarán a pedradas. Eso es lo que se merece quien comete una maldad así en Israel y hace pasar a su familia semejante vergüenza. Si lo hacéis así, haréis que la maldad desaparezca en medio de Israel.


Cualquiera que secuestre a otra persona para venderla o convertirla en esclava, será condenado a muerte. No permitáis que en vuestro país se cometa esa maldad.


Estaban pasando un rato agradable cuando, de pronto, unos hombres de la ciudad rodearon la casa y empezaron a golpear violentamente la puerta. Se trataba de unos hombres malvados que exigieron al dueño de la casa: —¡Qué salga el hombre que está de visita en tu casa! ¡Queremos tener relaciones sexuales con él!


Enviaron mensajeros por todo el territorio de la tribu de Benjamín para que dijeran: —No entendemos cómo ha podido cometerse un crimen tan vergonzoso.


sino que salieron de todas sus ciudades y se reunieron en Guibeá para atacarlos.


Si una persona ofende a otra, Dios puede decidir quién tiene la razón; pero si alguien ofende a Dios, no hay quien pueda defenderlo. Sin embargo, los hijos de Elí no hicieron caso a las palabras de su padre. Además, Dios ya había decidido quitarles la vida.


Entre los hombres que habían ido con David a la batalla no faltaron algunos malvados y envidiosos que dijeron a David: —A esos doscientos hombres que no vinieron con nosotros, no debemos darles nada de lo que quitamos a los amalecitas. ¡Que se conformen con llevarse a sus mujeres y a sus hijos!


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