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Jueces 18:5 - Biblia Lenguaje Básico

5 Entonces ellos le dijeron: —Por favor, consulta a Dios por nosotros. Queremos saber si nos irá bien en este viaje.

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Plis vèsyon

Biblia Reina Valera 1960

5 Y ellos le dijeron: Pregunta, pues, ahora a Dios, para que sepamos si ha de prosperar este viaje que hacemos.

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Biblia Nueva Traducción Viviente

5 Entonces ellos dijeron: —Pregúntale a Dios si nuestro viaje tendrá éxito.

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Biblia Católica (Latinoamericana)

5 Le dijeron: 'Consulta a Yavé para que sepamos si resultará este viaje que estamos haciendo'.

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La Biblia Textual 3a Edicion

5 Le dijeron ellos: Te rogamos que consultes a ’Elohim, para que sepamos si ha de ser próspero el camino que llevamos.

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Biblia Serafín de Ausejo 1975

5 Ellos le dijeron entonces: 'Consulta, por favor, a Dios, para que sepamos si vamos a tener éxito en el viaje que hemos emprendido'.

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Jueces 18:5
12 Referans Kwoze  

Pero antes de ir a luchar, averigua si Dios está de acuerdo.


Luego Ajaz ordenó al sacerdote Urías: —Utiliza el altar que acabas de construir para ofrecer los sacrificios de la mañana, la ofrenda de cereales de la tarde, el sacrificio de animales quemados que corresponde ofrecer al rey junto con la correspondiente ofrenda de cereales; ofrece también sobre ese altar el sacrificio que corresponde al pueblo, y luego rocía el altar con la sangre de los animales sacrificados. En cuanto al altar de bronce, ya decidiré qué debe hacerse con él.


¡Qué mal os va a ir, israelitas rebeldes, —os advierto yo que soy vuestro Dios—! Hacéis planes sin contar conmigo, y pecáis una y otra vez.


Se mueve de un lado a otro; ¡su filo hiere por todas partes!


Mi pueblo pide consejo a una estatua de madera, quiere que le enseñe un simple palo; se deja guiar por un espíritu de infidelidad y son así infieles a su Dios.


Todos, tanto los más jóvenes como los mayores, le prestaban atención, y decían: «Este hombre tiene lo que se llama el Gran Poder de Dios».


Micaías pensaba que, teniendo como sacerdote a un descendiente de Leví, Dios lo ayudaría y todo le saldría bien.


Este había hecho de su casa una especie de santuario donde tenía otras imágenes y una túnica sacerdotal, y había nombrado sacerdote a uno de sus hijos.


Los cinco hombres que habían explorado el territorio de Lais les dijeron a sus compañeros: —¿Sabéis que en una de esas casas hay una imagen de madera recubierta de plata, además de otras imágenes y una túnica sacerdotal? ¿Qué podríamos hacer?


Él les explicó: —Hice un trato con Micaías, y él me paga para que sea su sacerdote.


Él les contestó: —Podéis ir tranquilos, porque Dios os va a proteger.


Saúl le contestó: —Está bien, vamos. En aquellos días, cuando alguien en Israel tenía problemas y quería que Dios le indicara cómo resolverlos, decía: «Consultemos al vidente». Así se llamaba entonces a quien hoy consideramos «profeta».


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