Jueces 11:10 - Biblia Lenguaje Básico10 Los dirigentes israelitas le aseguraron: —Dios es nuestro testigo de que así lo haremos, tal como dices. Gade chapit laPlis vèsyonBiblia Reina Valera 196010 Y los ancianos de Galaad respondieron a Jefté: Jehová sea testigo entre nosotros, si no hiciéremos como tú dices. Gade chapit laBiblia Nueva Traducción Viviente10 —El Señor es nuestro testigo —contestaron los ancianos—. Prometemos hacer todo lo que tú digas. Gade chapit laBiblia Católica (Latinoamericana)10 Los ancianos de Galaad dijeron a Jefté: 'Que Yavé sea testigo en contra nuestra si no actuamos como acabas de decir'. Gade chapit laLa Biblia Textual 3a Edicion10 Y los ancianos de Galaad dijeron a Jefté: ¡YHVH sea testigo entre nosotros de que tal como has dicho, así hemos de hacer! Gade chapit laBiblia Serafín de Ausejo 197510 Replicaron los ancianos de Galaad a Jefté: 'Yahveh sea testigo contra nosotros, si no hacemos según lo que dices'. Gade chapit la |
Esto es lo que dice el Dios todopoderoso: Voy a iniciar un juicio contra vosotros. Actuaré como testigo contra los que practican la brujería, contra los que son adúlteros, contra los que hacen juramentos falsos, contra los que explotan a sus trabajadores, contra los que abusan de las viudas y de los huérfanos, contra los que maltratan a los que no son israelitas y contra los que me faltan al respeto.
Y a los jueces elegidos les dije que fueran justos con todos por igual, sin importar si eran pobres o ricos, israelitas o extranjeros, y sin tener miedo de nada ni de nadie, pues Dios respaldaría sus decisiones. También les dije que cuando algún caso les fuera muy difícil, me lo pasaran a mí, para que yo lo juzgara.
¡Mira lo que tengo en la mano! Es un pedazo de tu manto, que yo mismo corté. Por tanto, me hubiera resultado muy fácil darte muerte. Y si yo no he causado ningún daño al rey ni me he rebelado contra él, ¿por qué el rey me anda persiguiendo y quiere matarme? ¿Valgo acaso más que un perro muerto o una pulga? ¡Que Dios juzgue entre nosotros dos, y vea quién se está portando mal! ¡Que sea Dios quien me defienda del rey, pero yo jamás le haré daño! Bien dice el antiguo refrán, que «del malvado solo se puede esperar maldad»; por eso ¡yo nunca le haré daño al rey!